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Es pertinente colocar sobre la mesa los temas que se consideran serán centrales en los debates electorales de 2026 y alrededor de los cuales se va a desarrollar la controversia electoral. Esto como complemento necesario a los análisis sobre candidatos presidenciales con mayores posibilidades y sus estrategias.
En principio considero, pese a faltar cerca de un año para las elecciones, hay cuatro campos de políticas públicas en los cuales sin duda habrá gran controversia y opiniones encontradas.
Uno, el campo de la política de Seguridad, en que hay y seguirá habiendo posiciones encontradas; desde quienes dicen que se desmontó toda política seria en ese campo y eso explica la crisis de orden público que se ha acentuado en casi once regiones del país, y quienes señalan que no, que lo que existió fue un cambio del eje de la política de seguridad, inspirado en la denominada Seguridad Humana, lo que redunda en una mayor aceptación de la Fuerza Pública, sumado a mejoras en la política de bienestar de las Fuerzas.
Dos, el de la política de paz frente a la cual las opiniones van, desde quienes afirman que la conocida como “Paz Total” lo único que hizo fue entregar muchas regiones del país a los insurgentes o grupos delincuenciales organizados, pasando por quienes opinan que con la llamada “paz territorial” van a lograr desmovilizar un porcentaje de miembros de grupos armados ilegales y al ligar esto con algunas obras en los territorios, será una gran realización del Gobierno, hasta los que señalan que la conocida como “Paz Total” será el gran fracaso de este gobierno y contribuirá a que un sector de la sociedad no quiera volver a oír hablar de los llamados ”procesos de paz”.
Tres, el comportamiento de la economía y la redistribución de sus beneficios, debate en relación con el acierto y éxito, o no, de las políticas económicas -algunos dicen, por ejemplo, que se hizo mucha bulla con la política de reindustrialización, pero el tema no pasó de ahí- y claro también qué pasó con los resultados del crecimiento de los distintos sectores de la economía y si hubo redistribución o no.
Cuatro, las relaciones internacionales, en un escenario global cambiante con un gobierno norteamericano que ha modificado las reglas del juego a mucho actores y con el desbarajuste de las instituciones internacionales y en una región latinoamericana con una fragmentación tan alta de posiciones y grandes desconfianzas entre gobiernos, todo ello debe llevar a discutir cuáles deberían ser los ejes de una nueva política exterior para asumir esta nueva situación y buscar que la política exterior no sea simplemente posiciones espasmódicas del Jefe de Estado sino parte de un análisis y discusión con amplia participación.
No significa que otros temas no vayan a ser objeto de controversias y deben serlo, pero lo que estamos planteando es cuales ha de ser considerados prioritarios. No hay duda que el campo de la política energética y lo relacionado con políticas serias y viables de transición en esta materia estarán en el debate, así como lo relativo a las políticas ambientales y otras más.
