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Se han dado grandes controversias acerca de las primeras iniciativas gubernamentales del Presidente Trump, sin embargo, muchos parecen seguir leyendo las realidades, especialmente de la política exterior, en los tiempos del pasado. Todo indica que hay grandes intenciones de Trump y su equipo de producir cambios sustanciales que sin duda nos llevaran a leer las realidades de otra manera.
En ese sentido es interesante la contribución de El Grand Continent de proponernos explorar a los que podrían ser considerados los inspiradores de la política de Trump y su vicepresidente Vance, especialmente a Curtis Yarvin -con gran influencia en los entornos decisorios del actual gobierno-, que parte de una tesis bastante simple en un documento escrito posterior a la invasión rusa de Crimea en 2022: “Estados Unidos debería dejar que Rusia tome el control de Europa”.
Y propone su plan que se podría resumir así: “Washington aprovecharía la guerra que desataría Putin contra Ucrania -el «Texas de Rusia»- para retirarse del continente, dejando carta blanca a Moscú en esa región del mundo. Europa se convertiría entonces en un territorio inestable: un «laboratorio de reacción».”
Anota que un triunfante Trump en 2024, debe tener como objetivo “no hacer uso del poder, sino tomar el poder, hacer crecer implacablemente el alcance de su poder a través de acciones valientes y decisivas. Y el ámbito adecuado para estas acciones es la política exterior.”
Es más fácil para un nuevo presidente afirmar su derecho constitucional a controlar el poder ejecutivo controlando la política exterior, que por definición, no sigue completamente los intereses nacionales. Trump necesita un triunfo en política exterior, que será bueno de manera tangible para Estados Unidos y para el resto del mundo, pero que solo podrá lograrse aniquilando ciertas redes de poder dentro del «poder ejecutivo».
Los objetivos de política exterior realista estadounidense en Europa son militares o económicos. Europa no representa una amenaza militar para Estados Unidos y tiene un superávit comercial con ellos. El objetivo de la política exterior estadounidense en Europa es tener un impacto en la potencia estadounidense en el interior. “La liquidación de «Ucrania», de los presidentes-comediante, de los magnates de la petroquímica y de otros, supondrá un duro golpe tanto para el Departamento de Estado como para el Pentágono. Sugerirá a todos los demás Estados-clientes del Departamento de Estado que Washington ya no puede garantizar su «soberanía», ya sea por la diplomacia o por la fuerza.”
Trump ordenaría la retirada de las fuerzas estadounidenses y diplomáticos, de las bases, embajadas y consulados, del continente europeo. Las conversaciones diplomáticas, si son necesarias, pueden llevarse a cabo por correo electrónico o por Zoom. La nueva condición de Europa es que no necesita responder ante Estados Unidos por su forma de gobierno. “Nuestra política hacia Europa consiste en no inmiscuirnos en los asuntos internos de una u otra de sus potencias; considerar al gobierno de facto como el gobierno legítimo para nosotros; cultivar relaciones amistosas con él y preservar estas relaciones mediante una política franca, firme y viril, respondiendo en todos los casos a las justas reivindicaciones de cada potencia y no sometiéndonos a ningún perjuicio de su parte”.
