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Recesión técnica en EE. UU. alerta a los mercados

Dos trimestres consecutivos con crecimiento en negativo confirman la recesión técnica en esa economía.

  • El presidente Joe Biden aseguró que el buen desempeño del empleo hace que no haya recesión en Estados Unidos. FOTO: EFE
    El presidente Joe Biden aseguró que el buen desempeño del empleo hace que no haya recesión en Estados Unidos. FOTO: EFE
Recesión técnica en EE. UU. alerta a los mercados
29 de julio de 2022
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Luego de varios meses en los que analistas económicos en todo el mundo vaticinaban la recesión de los Estados Unidos, esa advertencia se convirtió en realidad. Por segundo trimestre consecutivo el crecimiento económico de ese país se contrajo, y el pobre desempeño deja contra las cuerdas no solo a esa economía sino que amenaza al resto del globo.

Entre abril y junio la economía estadounidense cayó 0,9%, luego de que el primer trimestre había caído 1,4%, según datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales.

El analista de mercados Gregorio Gandini contó que el mercado esperaba que la economía de ese país creciera 1%, pero el desempeño negativo, además de sorprender, preocupa, ya que a la caída del PIB en dos trimestres consecutivos se le conoce como recesión técnica.

Sin embargo, el propio gobierno desconoce que se esté produciendo este fenómeno y advierte que la economía nacional es suficientemente robusta. El presidente Joe Biden envió un comunicado en el que dijo que pese a los “desafíos globales históricos” que enfrenta el país, está “en el camino correcto” y que saldrá “de esta transición más fuerte y seguro”.

¿Qué está ocurriendo?

Todo esto sucede en un contexto de inflación desbocada a la que no han podido detener ni siquiera con el aumento de las tasas de interés.

En el último año, el costo de vida se ha incrementado 9,1%, el indicador más alto en los últimos 40 años. Y esto ocurre porque el mundo entero viene arrastrando con varios problemas: el primero son los desórdenes en la cadena de abastecimiento, situación conocida como “la crisis de los contenedores”, que hace que ahora sea muy costoso mover los productos por vía marítima. Y los nuevos cierres en China por la pandemia siguen generando esas disrupciones en el mercado internacional.

Segundo, la invasión de Rusia a Ucrania está encareciendo la mayoría de las materias primas como el petróleo, el gas, el trigo, el cobalto, los fertilizantes para el agro, entre otros, que son abundantes en esa región y que por las condiciones del conflicto no pueden salir al mercado. Esta situación hace que a su vez suban de precio los demás productos como el carbón, la energía, los alimentos, en fin, la inflación se convirtió en una rueda que no para de girar.

Y tercero, luego de que la economía se volviera a abrir tras los confinamientos de la pandemia la demanda aumentó muchísimo, pues las familias habían guardado dinero al no tener tanto en qué gastar, así que salieron a gastar los ahorros y, cuando se acabaron, empezaron a consumir con crédito. Lo que hizo que la demanda empezara a mermar con la reducción de la liquidez. De hecho, según las cifras de la Oficina de Asuntos Laborales, el consumo personal, que representa la mayor parte de la economía, aumentó a un ritmo de apenas 1%, una desaceleración con respecto al período anterior.

Además, se registraron disminuciones en la inversión privada, en el inmobiliario (residencial y no residencial), y en el gasto de los gobiernos federal, estatal y local.

Todo ello apuntó al incremento en los precios y eso preocupa en la medida en que cada vez la gente puede acceder a menos productos con el mismo dinero. Se sigue dando cuerda a la rueda de la inflación.

Entonces, una de las medidas que tiene la Reserva Federal, homólogo del Banco de la República, para conservar el valor del dinero es aumentar las tasas de interés, para que sea más costosa la deuda y entonces haya un menor incentivo para pedir prestado, de modo que haya menos dinero disponible y a la vez menos demanda. Hasta el momento la FED ha elevado su tasa de intervención hasta un 2,50%.

Eso debería bajar de algún modo los precios. El problema es que si no hay quien compre el aparato productivo pierde su mayor motor y empieza a ralentizarse. Eso es lo que está ocurriendo actualmente: Estados Unidos está mermando su capacidad de generación de riqueza.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, trató de reducir el temor de que la vuelta a una política fiscal más agresiva acabe generando una recesión en la mayor economía del mundo: “No creo que sea probable que la economía estadounidense esté en recesión ahora mismo”, dijo Powell.

De momento, el presidente Biden explicó en su comunicación que “saliendo del crecimiento económico histórico del año pasado (5,7%) y recuperando todos los empleos del sector privado perdidos durante la crisis pandémica, no sorprende que la economía se esté desacelerando a medida que la Reserva Federal actúa para reducir la inflación”, y destacó el sólido mercado laboral, con una tasa de desempleo del 3,6%.

¿Cuánto podría durar?

Gandini explicó que la recesión técnica es diferente a la recesión económica, esta última se presenta cuando además de malos datos de crecimiento económico se presentan deterioros en otros indicadores como desempleo, y en este caso eso no se ha observado, está por verse qué ocurre con el empleo luego de que se sigan dando las contracciones y el aumento progresivo y más agresivo de las tasas de interés.

“Un desempleo de 3,6% es bastante bueno, es igual al de antes de la pandemia y entonces se hablaba de pleno empleo”, afirmó el analista. Tanto es así, que los empleadores se ven en dificultades para llenar las vacantes.

Powell sabe bien que es necesario que la economía se ralentice e incluso se contraiga, para que mengüe la demanda y de alguna manera la oferta se ponga al día.

El pasado martes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó sus previsiones y calculó que la economía estadounidense crecerá un 2,3% este año y el 1% el próximo, unas estimaciones que reducen en 1,4 y 1,3 puntos, respectivamente, las de abril.

La institución aseguró que, aunque no prevé que la economía estadounidense entre en recesión este año y en 2023, un “pequeño shock podría ser suficiente” para llevarla a ese escenario.

Sin embargo, es posible que este nuevo dato mueva nuevamente el tablero de las proyecciones. Por ahora la mirada seguirá puesta en el comportamiento del empleo.

0,9%
se contrajo la economía de Estados Unidos en el segundo trimestre de 2022.
3,6%
es la tasa de desempleo de los Estados Unidos, prácticamente en pleno empleo.
Infográfico
El empleo que busca está a un clic

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