Después de debatir sobre el presente y futuro de EPM, el turno fue ahora para Ruta N. Durante la tarde de este viernes figuras académicas y dirigenciales importantes en el ecosistema de innovación que ha creado Medellín se dieron cita en el foro virtual “Retos de la Gobernanza Ruta N” de EL COLOMBIANO para conversar sobre los hechos recientes que afectan a la entidad.
Al igual que sucedió con EPM, la decisión del alcalde de Medellín, Daniel Quintero, de reemplazar al director de la entidad derivó en la posterior renuncia de 8 de los 11 integrantes de su Junta Directiva. La moderación de la conversación estuvo a cargo de Yan Camilo Vergara, comunicador social y productor audiovisual, magíster en estética con énfasis en estudios urbanos, con experiencia en innovación educativa, emprendimiento, impacto social e innovación abierta.
El foro se dividió en dos bloques. Durante casi dos horas tres de los exdirectores de Ruta N: Fabio Andrés Montoya, Juan Pablo Ortega y Juan Camilo Quintero, hablaron sobre el futuro de la entidad y el norte del “Valle del Software” y la Cuarta Revolución Industrial.
En el segundo bloque participaron, en representación de las experiencias de empresas nacionales y su relación con Ruta N, compañías como Comfama, a través de Paola Mejía, responsable de Empleo y Emprendimiento; y Juan Carlos Moreno, líder de la Mesa de Plataformas del Comité Universidad Empresa Estado (CUEE).
Al principio del foro, el moderador dejó entrever que la conversación pasaría por regresar al pasado y recordar cómo nació Ruta N. Eso en efecto sucedió a través de los relatos de los exdirectores de la entidad, quienes valoraron la unión Estado-academia-universidad como pilar fundamental de la construcción de innovación.
“La innovación solo se construye de manera articulada. Un esfuerzo exclusivo del sector público no funcionaría”, señaló Juan Pablo Ortega, agregando que se necesita humildad y reconocimiento de lo que la ciudad ha construido con base en esa unión de esfuerzos.
Logros, recordó Fabio Andres Montoya, como el hecho de que hoy la ciudad invierte cuatro veces más en innovación que hace 10 años. Y en ese camino, señaló, los conceptos de gobernaza y gobernabilidad se aplicaron, “creando un modelo basado en la confianza, alrededor de cómo nos ponemos de acuerdo para dirigir una entidad que cumpla con sus objetivos”
Lo acontecido recientemente representa un “riesgo muy alto”, dijo Juan Camilo Quintero. “Cuando pensamos en Ruta N queríamos integrar la empresa, la universidad, el Estado y la sociedad de manera organizada. La gran diferencia de Medellín con otras ciudades es que somos capaces de generar acuerdos”.
“El alcalde de Medellín tiene toda la posibilidad de abrir conversaciones y proponer nombres, pero es la primera vez en la historia que se elige un director de Ruta N sin consultar a la Junta”, advirtió Quintero. Ortega señaló, además, que “el irrespeto al gobierno corporativo pone en riesgo el prestigio de Ruta N y el de Medellín como eje de innovación global”.
Los tres exdirectores se refirieron a los retos de la entidad concordando en que estos deben ser recuperar la confianza y el buen gobierno, “retomar el liderazgo, entender para qué queremos un Valle del Software y potenciar la entidad, hacerla más poderosa y armonizada con el Área Metropolitana y otros municipios”, cerró Montoya.
En el segundo bloque, representantes de compañías en el sector de la innovación que han tenido vínculos con Ruta N se refirieron a la importancia de la entidad. ““Para mí Ruta N es articulador de conocimiento, local, de país y del mundo. Es un desafío gigante, y si a eso le sumamos cuarta revolución, valle del software y crisis de desempleo, se convierte en un actor fundamental”, dijo Paola Mejía de Comfama.
Juan Carlos Moreno, líder de la Mesa de Plataformas del Comité Universidad Empresa Estado, agregó que Ruta N es el resultado y el eje de “una transformación de más de dos décadas de continuidad”. Ambos coincidieron en la importancia de Ruta N como un aliado estratégico y recordaron los retos que tendrá tras una pandemia que dejará secuelas en la ciudad. “Tenemos que lograr que Medellín base más su economía en el conocimiento”, apuntó Mejía
Para Moreno otro gran objetivo será “generar actividades para volver la economía mucho más sofisticada, y revisar cómo aceleramos el dinamismo empresarial. Medellín ha vivido etapas muy importantes y ahora estamos viviendo otra transformación. Están dadas las condiciones y nos tomará mucho tiempo, por eso es importante que haya continuidad y coherencia”.
Ambos se refirieron también a los retos que tiene la ciudad tras ser anunciada como sede de un centro de cuarta revolución. La designación es una alegría, señaló Mejía, porque “nos pone a conversar sobre el tema”. “Pero nos falta mucho. Lo más importante es que sea claro cómo nos va a beneficiar, a quiénes, si a los empresarios emprendedores o ciudadanos también. Nos está faltando una ruta clara que le de claridad y confianza al empresario para invertir, al ciudadano para preguntar y a la academia para comenzar a evolucionar sus programas”.
Moreno estuvo de acuerdo. “Después de la alegría por la designación, viene el trabajo. Una cosa es que Medellín sea la sede y otra cosa es que sea el único beneficiario. Acá se beneficia la región. Creo que tenemos que acelerar esas competencias que se van a desarrollar en las personas, aquí en la ciudad, cómo nuestra gente podrá hacer un uso adecuado y generar impacto de esta revolución. Es clave que en el plan de desarrollo se tengan líneas de trabajo conectadas con las líneas de trabajo de la cuarta revolución industrial”.