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Silicon Valley Bank y Credit Suisse, dos crisis que tuvieron el pánico como protagonista

Luego del colapso de Silicon Valley Bank, el Credit Suisse está al borde de la quiebra y el elemento común es el miedo.

  • El banco Credit Suisse está al borde de la quiebra. FOTO: EFE
    El banco Credit Suisse está al borde de la quiebra. FOTO: EFE

“Cuando la marea baja se puede ver quién nadaba desnudo”, se le ha escuchado decir a Warren Buffet, un hombre de negocios ya curtido en crisis. Y es una frase que por estos días vienen citando analistas del mercado quienes ven cómo empiezan a caer bancos como si se tratara de un castillo de naipes y amenaza con recesión.

Solo cinco días después de que el mundo asistiera al colapso del Silicon Valley Bank (SVB), intervenido por las autoridades estadounidenses en medio de una profunda crisis financiera y que a este le siguiera la quiebra de Singature Bank, un portento de institución europea está a punto de derrumbarse. Se trata de Credit Suisse, el segundo banco suizo por capitalización de mercado, con 167 años de historia.

Fundado en 1856, el banco con sede en Zúrich ha perdido 35,28% de su valor en la bolsa de esa ciudad en los últimos cinco días, en un momento en el que su propia crisis interna, cuyo origen podría remontarse a 2019, se entrecruzó con la más generalizada que atraviesa estos días la banca mundial.

Según reporta la agencia EFE, la entidad encadena dos años de pérdidas millonarias: en 2021 fueron de 1.572 millones de francos suizos (1.600 millones de euros), y en 2022 casi se quintuplicaron, hasta los 7.293 millones de francos (7.400 millones de euros).

Credit Suisse sufrió además en 2022 la retirada de liquidez por valor de 123.200 millones de francos suizos (126.000 millones de euros).

Una nueva crisis

Entre los principales factores que explican estas pésimas cuentas destaca su exposición a firmas de riesgo que colapsaron en ejercicios anteriores, como el fondo de cobertura estadounidense Archegos o la firma angloaustraliana de servicios financieros Greensill.

Julián Cárdenas, analista económico de Protección, explicó que la situación del Credit Suisse nada tiene que ver con los problemas enfrentados por las entidades financieras estadounidenses, “las razones de SVB se vinculan más a un manejo de balance deficiente por parte de la compañía, en un escenario en el que la subida de tasas hizo que el banco entrara en una situación más compleja; pero lo de Credit Suisse tiene una historia previa, con la quiebra de Archegos Capital en 2021, —que venía manejando capital irregularmente, sin informar del nivel de riesgo a sus prestamistas— en esa empresa el banco tenía una exposición muy grande y desde ahí viene flaqueando”.

A esa historia previa, acerca de las dudas del manejo inadecuado del banco suizo, se le suma que uno de los mayores inversionistas dijo que no podía hacer nuevos aportes de capital porque al hacerlo superaría el 10% de la capitalización, con lo que excedería unas condiciones regulatorias, así que la liquidez de Credit Suisse se vino al piso.

Entonces ya era una reputación que venía debilitándose en los últimos años, promovida también por escándalos protagonizados por sus directivos, y la negativa pública a una nueva inyección de capital.

Así, cuenta Cárdenas que los ahorradores empezaron a sacar sus recursos, por miedo de una quiebra, y es eso lo que termina poniéndolo más en riesgo.

“En el sistema financiero todo tiene que ver con la confianza y la credibilidad de los clientes. Cuando los ahorradores de un banco ven temores, sacan la plata, los rumores y las malas noticias son en este caso un mal amigo”, asegura.

Y agrega: “Lo de SVB y lo de Credit Suisse no está conectado financieramente, pero lo que sí los conecta es la naturaleza humana: el miedo es lo que tienen en común ambos eventos”.

El mal momento

La crisis de Silicon Valley Bank pudo tal vez evitarse si desde el jueves pasado los ahorradores no hubieran sacado sus recursos en masa, tal vez el colapso se habría aplazado y en el camino se podrían haber encontrado soluciones, pero no fue así. Y este colapso trajo otros como ya se ha visto en los últimos días.

Juan David Ballén, analista de Casa de Bolsa, explica que esta crisis es el resultado de una década de bajas tasas de interés, un largo periodo en el que se incentivó mucho el endeudamiento, seguido de un endurecimiento de la política monetaria con el objetivo de controlar la inflación.

“Los bancos prestan recursos e invierten en títulos de renta fija de corto, mediano y largo plazo, pero como las tasas estaban tan bajitas, cuando subieron, los portafolios se desvalorizaron. Esos recursos son los ahorros de los depositantes, entonces los bancos que no tenían un buen balance se empiezan a quedar sin liquidez”, dice Ballén.

Y cuando un banco cae, los ahorradores e inversionistas ven el riesgo de que lo mismo ocurra en todo el sistema financiero, de ahí el derrumbe en las bolsas.

Sebastián Toro, fundador de Arena Alfa, asegura que “el problema no es que las acciones bajen per se, sino el efecto de nerviosismo que genera en los ahorradores o en las personas que tienen depósitos o inversiones con el banco (...) ningún banco en el mundo tiene cómo afrontar una salida masiva de una gran parte de sus depositantes, porque los bancos solo tiene una parte de esos recursos disponibles, el resto está invertido”.

Acciones para contener

El gobierno gringo y la Reserva Federal (FED) le salieron muy rápido a la crisis, contrario a las semanas de reflexión que tuvieron en la crisis financiera de 2008, el mismo día del colapso ya se estaban buscando soluciones.

Los mensajes sobre la robustez del sistema financiero estadounidense han sido contundentes, hasta el mismo presidente Joe Biden ha garantizado que a los ahorradores se les devolverán sus recursos, y que quienes perdieron en esta crisis son los directivos de SVB y Singature Bank quienes manejaron de forma descuidada los recursos del público y los inversionistas y accionistas que tiene que asumir su cuota de riesgo, porque “así funciona el capitalismo, a veces se gana y a veces se pierde”.

En Suiza, en cambio, las autoridades y Credit Suisse están discutiendo formas de estabilizar al banco. Según reporta Bloomberg, las opciones van desde una declaración pública de apoyo a un potencial respaldo de liquidez, e inclusive entre las ideas que se barajan figuran la separación de la unidad suiza y una posible fusión con su rival UBS Group.

“Los bancos centrales están buscando que estas crisis no se conviertan en algo sistémico, y han tomado la decisión de dar un apoyo a los bancos que están en malas circunstancias”, afirma Ballén.

Y el espaldarazo más grande deberá darse la próxima semana, cuando la FED se enfrente a una nueva decisión sobre tasas de interés. Jerome Powell, presidente de la FED, ya había advertido ante el Congreso que la política monetaria tenía que seguir endureciéndose, pero, como dice Cárdenas, en este nuevo escenario es muy probable que la carta que Powell tenga más a la mano sea la de un sistema financiero frágil y no la de la inflación que puede jugarse al mediano plazo.

“Nuestro sistema es muy sólido”: Ocampo

Aunque las acciones de los bancos colombianos en la bolsa de valores se han resentido a la par que ocurre en el resto del mundo, parece haber coincidencia entre el gobierno, el regulador y los analistas acerca de la solidez del sistema financiero del país.

El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, asegura que “aquí no tenemos ningún riesgo financiero, tenemos un sistema financiero muy sólido, tenemos muy altos estándares, incluso mejores que en Estados Unidos. Este tema no es una preocupación para nosotros”.

Ocampo se refiere a que en EE. UU. los bancos medianos y pequeños no tienen que actualizar sus activos financieros a valor de mercado, por lo que era imposible para el regulador darse cuenta de cómo venían perdiendo plata a la par que la Reserva Federal incrementaba su tasa de interés.

Al respecto, Sebastián Toro, fundador de Arena Alfa, explica que “el sistema financiero colombiano no tiene exposición a esos otros bancos, ni activos, ni están invertidos en ellos, pero obviamente el nerviosismo global pone a temblar a todo el sector en el mundo. Yo no veo a los bancos colombianos ni expuestos, ni en riesgo, ni en una situación financiera delicada para salir a decir que se vean afectados, puede que se contagien de la caída en los precios del sector financiero en el mundo, pero realmente no veo ni implicaciones ni ninguna razón para estar nerviosos con el sistema financiero ni con los bancos colombianos”.

Riesgos por una recesión

Ahora, aunque los bancos colombianos funcionen bien mientras los sistemas financieros del mundo se tambaleen, Juan David Ballén, de Casa de Bolsa, identifica un riesgo importante, que tiene que ver con la posible recesión que puede ocurrir en Estados Unidos y Europa si la crisis financiera sigue creciendo.

“En Colombia estamos un poco alejados de la crisis financiera y de la quiebra de bancos, aquí no veríamos ningún tipo de efecto, pero sí indirectamente podría haber una ola en el sentido de que si los mercados desarrollados entran en recesión nuestros socios nos comprarían menos, lo que al final ocasionaría un mayor aumento del precio del dólar”.

Ayer mismo el peso perdió valor ante esa crisis, acercándose nuevamente a los $4.900.

“No hay riesgo para América Latina”: CAF

El presidente del Banco de Desarrollo de América Latina-CAF, Sergio Díaz-Granados, afirmó a EFE que el sistema financiero de la región “está mejor parado” frente a choques externos que en décadas anteriores, por lo que no ve un efecto contagio en la región debido a la quiebra del SVB.

A su juicio, la caída del SVB fue “claramente” producto del manejo “poco prudencial” de la institución, por la manera “como se anclaron en la compra de bonos y estructurando una planeación financiera sobre la base de que las tasas 0%” permanecerían en el tiempo. Los bancos latinoamericanos “también compraron bonos, pero supieron mezclar los riesgos”. Y agregó: “América Latina y el Caribe han ido preparando mejor al sistema financiero”, el cual es ahora “mucho más solvente y está mejor parado frente a los choques de las crisis externas”.

Infográfico
Olga Patricia Rendón Marulanda

Soy periodista egresada de la Universidad de Antioquia. Mi primera entrevista se la hice a mi padre y, desde entonces, no he parado de preguntar.

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