A pesar de cerrar 2019 registrando pérdidas, la Cooperativa Consumo se encamina a su recuperación este año, luego de que en 2015 fuese intervenida forzosamente por la Superintendencia de la Economía Solidaria, por conflictos de gobernabilidad, falta de liquidez, falta de claridad en los inventarios y cesación parcial de pagos respecto a los proveedores (ver ¿Qué sigue?).
Según explicó el agente especial de la Cooperativa, Gustavo Alberto Escobar, para este año se asumirá la operación autónoma de siete puntos: Belén, Envigado, Floresta, Laureles, Pedregal, San Joaquín y La América. Recordemos que la figura de Escobar es designada por la Supersolidaria para que se cumplan los objetivos de la intervención.
El año pasado, los puntos de venta solo generaban ingresos a la compañía a partir de concesiones y arrendamientos, a causa de una alianza comercial que tenían con Merkepaisa.
No obstante Escobar, que aseguró que se mantiene una buena relación con la marca, enfatizó en que “queremos desarrollar proyectos puntuales con Merkepaisa (...) Es posible que nos presentemos en iniciativas especiales para poder encontrar soluciones comunes”.
Además, entre los planes para este año de la Cooperativa Consumo, se quieren integrar nuevas propuestas, iniciando por la sede en La América. Allí se construirán soluciones de vivienda y de oficinas, con el retail ya existente como ancla. Este proceso después se haría en la sede de Belén y se estudia la posibilidad de que el tercer punto que se modifique sea el de Envigado. Esta operación se hará en alianza con Macca e Hitos Urbanos.