Treinta años después de su fundación en Medellín, Domina cuenta con más de 2.500 clientes y tiene la mayor cuota de mercado (20%) en el segmento de entregas a grandes compañías.
En entrevista con EL COLOMBIANO, Juan Pablo Chavarriaga, gerente de Domina explica cómo la pandemia redujo las ventas de la compañía cerca de 20% y cómo se adaptaron sus empleados a la época de crisis.
Aunque la especialidad es la logística para organizaciones de gran tamaño, la firma aceleró su incursión en repartos de comercio digital y ya comenzó a pisar otros terrenos con los que buscará aumentar sus ingresos hasta los $100.000 millones anuales en los próximos años.
¿Es cierto que la empresa inició haciendo domicilios para Kokoriko?
“Mi padre, José Jaime Chavarriaga, es un contador y ha sido emprendedor toda su vida. Tuvo una ferretería y hasta un negocio de cerámica. Cuando estaba pendiente de todo eso, le llegó la propuesta de contratar formalmente a repartidores que hacían entregas para Kokorico y así nació la compañía.
Él cuenta que desde el principio tomaron esa decisión de formalizar el empleo porque querían ser responsables socialmente. Además, sabía que así las compañías atendidas iban a percibir una calidad diferente porque generaría una contraprestación: la confiabilidad. Ese ha sido un pilar fundamental de la empresa y así hemos venido trabajando.
Actualmente, en mensajería masiva tenemos el 20% del mercado y somos el jugador más grande”.
¿Cuántos empleados tienen actualmente?
“La compañía actualmente cuenta con más de 1.700 empleados, todos vinculados”.
¿Pudieron sostenerlos durante la época más dura de la pandemia?
“Los empleos se alcanzaron a reducir en un 6%, aunque hoy ya estamos igual frente al número prepandemia y esperamos finalizar este año por encima de esa cifra”.
¿Cómo se comportaron las ventas en el confinamiento?
“Cayeron más de un 20% y 2020 fue un año difícil porque nosotros no estábamos tan focalizados en las entregas a personas ni tampoco en el comercio digital, estábamos enfocados en las grandes compañías”.
Todo eso se vio muy disminuido. Sin embargo, pudimos acceder al Programa de Apoyo al Empleo Formal (PAEF). Además, tuvimos un fuerte apoyo de los empleados, quienes voluntariamente se mermaron el salario durante unos meses”.