Tras casi dos horas en la junta extraordinaria citada este viernes en el Hospital General de Medellín (HGM), el alcalde Federico Gutiérrez anunció las conclusiones y aseguró que a partir de este viernes se arrancará un plan de choque que permita superar la crítica situación por la que atraviesa esta institución de salud pública, la más importante de la ciudad y del departamento, que además asume carga de Córdoba y Chocó.
Entre las acciones que se incluyen en dicho plan de choque se dará prioridad a subsanar los retrasos en el pago de los salarios que se les deben a trabajadores tercerizados, entre personal médico, especialistas y cargos asistenciales, con quienes la deuda asciende a los $9.400 millones, por concepto de los meses de octubre, noviembre y diciembre, afirmó el alcalde.
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El segundo punto en importancia es desatrasar también los pagos a proveedores, a quienes se les deberían $24.000 millones, de modo que se pueda garantizar la consecución de insumos necesarios para atender a los pacientes. Esto, ante la escasez que ha denunciado hace semanas el personal médico: han dicho que no tienen elementos de laboratorio y otras áreas, que faltan algunos medicamentos y que hasta los pacientes deben llevar papel higiénico porque no hay. A esto se suma que han tenido que trasladar pacientes a otros centros asistenciales porque no tienen cómo atenderlos.
El tercer punto decidido en la junta es restringir al gerente Mario Fernando Córdoba para las contrataciones: solo podrá hacer aquellas que no superen los 20 salarios mínimos mensuales legales vigentes. Los que sean de un monto mayor deben pasar por la consideración de la junta directiva. Asimismo, se le pidió a Córdoba que las contrataciones se enfoquen en aspectos que mejoren las condiciones del personal de salud y los servicios a los usuarios.
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Aunque el gerente ha dicho que los rubros de inversión son diferentes a los de funcionamiento y que no puede trasladar recursos, se le criticó también por la priorización de proyectos que no son considerados fundamentales ante la situación del hospital, como renovación de fachada, auditorio y otros. Asimismo, Gutiérrez reiteró el llamado a los órganos de control para que pongan atención a las múltiples denuncias de los mismos trabajadores por “presunta corrupción, politiquería y clientelismo”.
Entre otras cosas, el mandatario aseguró que dejó constancia de su desacuerdo con la decisión de la actual gerencia de cerrar 7 camas de UCI neonatal de las 16 existentes.
“Cerraron 10 de 30 camas de cuidados intermedios y 5 camas de las 54 de pediatría, ¿cómo se les ocurre hacer eso? Es un tema delicadísimo, sabiendo que muchas instituciones privadas han venido cerrando camas por la crisis, este es un hospital público, no puede cerrar”, dijo el alcalde.
Además, la junta del hospital se seguirá reuniendo cada ocho días para analizar los avances del plan de choque. “No vamos a dejar que se intervenga el hospital ni que se profundice la crisis económica y social a la que la han llevado como nunca en su historia”, expresó Gutiérrez, quien aseguró que el gerente dijo que no renunciará antes de que se cumpla su periodo, en marzo próximo, pese a que muchos trabajadores y los sindicatos le solicitan que se haga a un lado.
Esta junta se cumplió en medio de una masiva reunión de trabajadores, que recibieron a Gutiérrez con carteles y consignas en las que le pedían acciones concretas para aliviar la crisis que dicen se vive sin precedentes en 74 años de historia del hospital.
