A través de un mensaje difundido por su grupo de prensa y sus redes sociales, EPM le “contestó” de forma rápida a la Procuraduría General de la Nación, luego de que esta manifestara tener dudas sobre la rigurosidad de las pruebas realizadas a las unidades de generación de energía de la central Hidroituango que recientemente entraron en operación.
Cabe recordar que el ente de control indicó ayer que le llamó la atención que en los anuncios hechos sobre las pruebas a las nuevas unidades EPM solo se refirió a temas de sincronización y no a otras evaluaciones más profundas como si se le hicieron a las unidades 1 y 2 respectivamente.
En la respuesta publicada, EPM indicó que tal como se realizó con las unidades 1 y 2, para sincronizar las unidades 3 y 4 de la central Hidroituango se realizaron todas las pruebas de puesta en marcha de acuerdo con normas internacionales.
“Para las 4 unidades se realizaron diferentes pruebas como giro lento, balanceo en vacío, ajustes de reguladores de velocidad y tensión, entre otras. Durante todas estas pruebas se verificó estabilidad y vibraciones de las unidades concluyendo que su comportamiento-amplitud y frecuencias- es similar al de las unidades 1 y 2”.
EPM indicó que esta información fue tomada y validada por expertos del fabricante y de la misma empresa (Vicepresidencia de Proyectos y Generación de Energía) “utilizando diferentes equipos especiales como los ubicados en nuestro Centro de Monitoreo Técnico (CMT), sala de operaciones de la Central y equipos portátiles de campo”.
Ayer lunes la Procuraduría dijo haber encontrado una presunta inconsistencia en los términos que empleó la compañía para comunicarle a la opinión pública las pruebas hechas a las unidades 3 y 4.
La nuez de la cuestión estaría en las pruebas que la compañía antioqueña dijo realizar sobre los aparatos, que a juicio de la Procuraduría no corresponden exactamente a las mismas que se informaron a finales del año pasado.
Buscando aclarar si se trató de una imprecisión en las comunicaciones, o si en efecto obedecería a un cambio en las pruebas reales que fueron efectuadas en los aparatos, el ente hizo un requerimiento a EPM.
Según el órgano, las dudas sobre ese proceso salieron a flote luego de que la procuradora Delegada para la Gestión y Gobernanza Territorial se diera a la tarea de comparar los comunicados publicados por EPM a finales del año pasado y este año.
Y es que de acuerdo con ese análisis, mientras en los comunicados de 2022 EPM fue explícita en señalar que las unidades 1 y 2 habían pasado por un proceso de pruebas que constaba de cuatro etapas, clasificadas como tipo A, B, C y D, a pocos días de poner en funcionamiento la turbina 4 solo se habló de forma general de una “sincronización”.
A juicio de la Procuraduría, aclarar dicho detalle no sería una cuestión menor, dado que durante los últimos años uno de los factores que ha marcado todo el proceso constructivo y de instalación de las primeras cuatro unidades de generación ha sido el tiempo, clave no solo para que EPM cumpliera con sus compromisos regulatorios, sino para reducir la presión que sufre el vertedero desde su habilitación en noviembre de 2018.
Por ahora no se ha conocido un pronunciamiento de la Procuraduría sobre si dichas respuestas de EPM satisfacen sus inquietudes.