Dos días después de la batalla campal que involucró a miembros de la campaña de Albert Corredor en un centro comercial de El Poblado, el hombre que quedó captado en varios videos portando presuntamente un arma de fuego y que fue señalado de ser allegado al candidato Federico Gutiérrez salió a la luz pública para entregar su versión sobre lo ocurrido.
Se trata de un abogado penalista, identificado como Daniel Zuluaga Cosme, quien denunció que su imagen está siendo utilizada con fines políticos y sostuvo no tener ninguna relación con el aspirante por el partido Creemos.
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En diálogo con el periódico El Tiempo, el litigante narró que el altercado del pasado martes se desencadenó cuando varias personas se encontraban viendo el partido entre Colombia y Ecuador, en el mall del Este, ubicado en El Poblado.
En medio de dicha transmisión, Zuluaga contó que varios de los asistentes comenzaron a ver cómo se acercaba una camioneta Toyota Tundra escoltada por varias motos.
En el interior de ese vehículo iba el candidato a la Alcaldía de Medellín y exconcejal del Centro Democrático Albert Yordano Corredor, quien tras descender del vehículo habría empezado a ser objeto de chiflas y mofas por parte de varios ciudadanos.
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“Vimos llegar una camioneta de alta gama escoltada por unas motos de alto cilindraje, donde venía el señor Albert Corredor. Un grupo de personas lo empezó a rechiflar en el transcurso del partido. Al finalizar, su grupo se acercó a nosotros y la gente le empezó a decir ladrón y otras cosas. Y él le lanzó un beso a un señor mayor, en actitud desafiante y sarcástica”, explicó el abogado a El Tiempo.
Luego de aquel beso al aire, que varios de los asistentes interpretaron como una provocación, Zuluaga sostuvo que el candidato se desplazó a los parqueaderos, salió en su camioneta y volvió a pasar por las mesas de ese centro comercial, ahora rodeado por un equipo de aproximadamente 30 personas.
En aquel instante, reconstruyó, fue que los ánimos comenzaron a caldearse más y se terminó detonando la riña que quedó registrada en múltiples videos que se difundieron por internet.
En medio de ese desorden, el abogado cuenta que quedó metido en mitad de la pelea, sacando un arma de electrochoques que portaba en caso de que se abalanzaran contra él, insistiendo en que nunca la usó.
“Cuando la gente se vino hacia nosotros, la mesa se cayó y cayeron mis dos celulares. Yo me paré, saqué un dispositivo y les pido que se muevan. Eso quedó en los videos. Cuando recuperamos mis teléfonos, nos retiramos. Yo no participé en la trifulca. Le repito, están usando mi nombre e imagen con fines políticos y de manera sesgada, sin escucharme”, dijo Zuluaga a ese diario.
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“No es un arma de fuego, es un dispositivo que realiza descargas eléctricas y lo uso para mi defensa, pero ese día no lo activé. Estoy dispuesto a entregar mi versión ante cualquier autoridad y hay otros videos que muestran lo que realmente pasó”, añadió, al ser interrogado por el arma que quedó captada en las imágenes.
En su diálogo con El Tiempo, Zuluaga también se refirió a los señalamientos que han recaído sobre él luego de que el caso se hiciera público, sobre todo los proferidos por el exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, quien aprovechó el desorden para decir que era hermano de una exdirectora de la Biblioteca Pública Piloto, excontratista y cercano al exalcalde Federico Gutiérrez.
Desde que abandonó su cargo para volcarse a las calles a hacer campaña, Quintero ha incurrido en varios señalamientos similares en contra de Gutiérrez, endilgándole a su campaña supuestos hostigamientos en contra de Juan Carlos Upegui.
Dichas declaraciones han coincidido con la publicación de múltiples sondeos de opinión en los que el exsecretario de la No Violencia y primo de la exprimera dama Diana Osorio sigue por debajo en materia de intención de voto del exalcalde Gutiérrez con una gran diferencia.
“No soy familiar de Federico Gutiérrez, como están diciendo. A ese señor ni siquiera lo conozco. Participé hace algún tiempo en una convocatoria de la subsecretaría de bienes y me vinculé por un par de meses. Pero me retiré porque estaba litigando y los tiempos no me daban. No fue un contrato millonario, como dicen (cerca de $19 millones). Y, le repito. No tengo relación política con ese señor”, reiteró el abogado a ese medio.
