En una ceremonia de bautismo que se volvió viral en las redes sociales, un niño llamado Ryan se robó el protagonismo al dar una respuesta inesperada durante el ritual religioso. Todo transcurría con normalidad cuando el sacerdote, como es costumbre, preguntó a la familia del pequeño si deseaban que este confirmara su fe. Sin embargo, la atención de todos se centró en Ryan cuando llegó su turno para responder.
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“¿Ryan, querés ser cristiano?”, preguntó el sacerdote con una voz amable y ceremoniosa. La respuesta del niño, lejos de ser afirmativa, sorprendió a todos los presentes: “No”, contestó Ryan sin dudar. La sorpresa en el rostro de sus padres y del sacerdote era evidente, por lo que este último repitió la pregunta, buscando quizás una respuesta diferente: “¿No?”. Ryan, reafirmando su negativa con una sonrisa inocente, replicó: “Quiero ser Messi”.
La inesperada respuesta de Ryan desató una ola de risas entre los asistentes y rompió la solemnidad del momento. Incluso el sacerdote, contagiado por la espontaneidad del pequeño, sonrió y respondió con un simple “Ahhh...”, al tiempo que se esforzaba por recuperar el ritmo del rito bautismal.
En un intento por llevar la ceremonia de vuelta a su curso, el sacerdote planteó una nueva pregunta: “Pero quieres ser amigo de Jesús, ¿verdad?”. Esta vez, Ryan, mostrando la misma sinceridad con la que había expresado su deseo de ser como Messi, respondió con un rotundo “Sí”. La respuesta del niño, aunque distinta de la esperada, logró satisfacer a todos los presentes y permitió que la ceremonia continuara.
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Este momento de autenticidad se convirtió en un fenómeno viral. El video del evento, compartido en diversas plataformas, ha sido ampliamente difundido y comentado.
Los usuarios de las redes sociales no tardaron en reaccionar, alabando la inocencia y espontaneidad de Ryan. La influencia de Lionel Messi en la vida de los jóvenes fue un tema recurrente en los comentarios, evidenciando cómo la figura del futbolista trasciende más allá de los estadios. La aspiración sincera de Ryan de ser como su ídolo argentino resonó entre miles de seguidores, generando respuestas como: “Este niño se convertirá en un auténtico genio”, “Lo tiene clarísimo”, “Bendecido de por vida” y “Entendió todo ese niño”.
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La anécdota de Ryan es un recordatorio de la naturalidad y pureza con la que los niños perciben el mundo.
