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Venezuela comienza otro intento de sacar a Nicolás Maduro del poder. Una parte de la oposición presentará este lunes ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) la solicitud para iniciar el proceso de un referendo revocatorio contra el heredero de Hugo Chávez, quien va por su noveno año en el Palacio de Miraflores.
La iniciativa está encabezada por el Movimiento Venezolano por el Revocatorio (Mover), que es liderado por los opositores César Pérez Vivas, del partido Copei, y exgobernador del Táchira, y Nicmer Evans.
Las principales colectividades de oposición agrupadas en la Mesa de Unidad Democrática (MUD) están evaluando si se suman a ese grupo y desde las filas del chavismo surgió una voz en respaldo al mecanismo: el exministro de Petróleo Rafael Ramírez, un “militante revolucionario” crítico de Maduro.
Para este proceso revocatorio se necesita recoger firmas equivalentes al 20 % de la población que participó en los comicios de 2018 en cada estado venezolano. Luego, estas deben ser avaladas por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) y, si se logra la convocatoria a las urnas, conseguir que seis millones y medio de personas sufraguen.
“Vamos a solicitar que se respete el derecho establecido en el artículo 72 de la Constitución, se reconozca el Movimiento Venezolano por el Revocatorio como el representante ciudadano que tramita el referendo y que se den las garantías necesarias”, dice César Pérez Vivas.
Nicolás Maduro resultó reelegido en unas elecciones amañadas en 2018, en las que apareció diez veces en el tarjetón y no participó la oposición mayoritaria. Estas fueron desconocidas por un grupo de países como los del Grupo de Lima y Estados Unidos.
Esa contienda le dio el aval para estar en el Palacio de Miraflores por un periodo de seis años, para el que se juramentó el 10 de enero de 2019. La carta magna establece que se puede convocar a un referendo desde el momento en el que se cumple la mitad del periodo para el que una autoridad fue designada. En otros términos, ese plazo se dio el pasado 10 de enero.
Recoger firmas implica desplazarse en una Venezuela con escasez de combustible y promover el mecanismo requiere financiación. Para esto último, se dispondrá de una plataforma de crowdfunding buscando recolectar el apoyo económico de quienes residen en el exterior.
Si todo eso se salda, queda la misión de unificar a las oposiciones para respaldar el mecanismo, lo que se traduce en que sujetos como Juan Guaidó, Henrique Capriles, Leopoldo López o María Corina Machado tendrían que dejar a un lado sus personalismos para respaldar una causa única, sin nombre, pero con la bandera tricolor.
Para los comicios legislativos de 2015 la oposición logró unirse a través de la MUD. ¿El resultado? Le ganaron al régimen en las urnas, quedándose con la mayoría de la Asamblea Nacional, pero la alegría duró poco porque el oficialismo despojó de sus funciones al Parlamento y creó, a dedo, un congreso paralelo articulado en la Asamblea Nacional Constituyente.
“El revocatorio es un evento electoral que limita las posibles diferencias internas porque no estás eligiendo un líder de la oposición sino que es un todos contra Maduro. Pero, ¿tienen tiempo los partidos, que están debilitados internamente, de armar algo?”, cuestiona el embajador interino de Venezuela ante Australia, Alejandro Martínez.
Ese suceso, conocido como la Lista Tascón, terminó en cientos de hechos de persecución contra quienes aparecían en esa nómina: los que eran empleados del Estado perdieron sus puestos, a los contratistas no les renovaron sus trabajos y todos fueron señalados públicamente como enemigos de la revolución.
En esa contienda se le preguntó a los venezolanos si estaban de acuerdo con dejar sin efecto el mandato de Chávez y el 59% de las personas votaron por el “No”, con lo que la estrategia de la oposición terminó legitimando el discurso del socialismo del Siglo XXI.
En 2007 hubo un referendo constitucional convocado por Chávez, en el que el pueblo rechazó la modificación a 69 artículos de la carta magna. A pesar de la negativa que se manifestó en los tarjetones, con el tiempo el Ejecutivo terminó instaurando esos cambios mediante decretos.
Para 2016 la oposición intentó, sin éxito, un referendo revocatorio contra Maduro que tomaba como base las presidenciales de 2013 en las que él le ganó a Henrique Capriles por un margen inferior al 2% y a pesar de que la carta magna impedía que el político chavista, que para entonces era mandatario encargado, fuera candidato. Al final, el CNE le dio largas al proceso hasta sepultarlo en 2017.
Con esos antecedentes, hay un paso más para llevar a los ciudadanos venezolanos a las urnas para tratar de recuperar la confianza en el sistema electoral
Uno de los argumentos de quienes no están del todo convencidos de que este proceso revocatorio contra Nicolás Maduro sea una herramienta viable para dar solución a la crisis política y social de Venezuela es su tácito reconocimiento de Nicolás Maduro como el presidente legítimo. Poner en marcha este revocatorio podría significar que a Maduro se le reconozca legalmente y esto podría ir en contravía de la decisión de la oposición mayoritaria de considerar que las elecciones presidenciales realizadas en 2018 no fueron legítimas y que Maduro, por lo tanto, está usurpando el Poder Ejecutivo nacional desde enero de 2019.
Periodista egresada de la facultad de Comunicación Social - Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana.