Romper el fémur para ganar algunos centímetros más de altura, se ha vuelto popular entre los hombres que creen que ser más altos les puede traer mayores ventajas en su vida personal e incluso mejorar su autoestima.
“Las mujeres generalmente no salen con hombres que son más bajos que ellas. Lo más difícil a veces era sentir que no iba a encontrar una esposa”, mencionó un hombre británico para la BBC que decidió realizarse la operación para ganar un poco más de altura.
De acuerdo al relato que dio este hombre para el medio británico hacerse la operación le dio 8 centímetros más de altura, pasando de medir 1,62 metros a 1,70 metros. La intervención es la siguiente: primero se quiebra el fémur para que quede un espacio entre los huesos, que se ha observado que este hueso tiende a llenar, y es justo ahí cuando se logran alcanzar los centímetros extra.
Según se cuenta en la BBC la técnica nació después de la segunda Guerra Mundial cuando Gavril Ilizarov, un distinguido medico soviético observó que el fémur se expandía para “rellenar” la brecha que quedaba tras una fractura.
“Entonces Ilizarov desarrolló una técnica que consistía en romper el hueso, pero sin comprometer la parte conocida como el periostio (que es la parte externa del hueso), separarlo un poco y esperar que el mismo hueso se encargue de ocupar el espacio que quedaba entre medio”, señala la BBC.
La técnica que aplicaba el medico soviético era practicada en los soldados que quedaban mutilados por efectos de la guerra. Aunque la técnica ha avanzado y ahora se aplica con fines estéticos los riesgos siguen siendo los mismos.
Esta es la preocupación de algunos sectores de la comunidad médica que reitera que es posible que se den lesiones nerviosas, se generen coágulos que vienen de otras partes del cuerpo y evitan que la sangre fluya, lo que también se conoce como embolias arteriales o en el peor de los casos que los huesos no se vuelvan a fusionar.
En el caso de las operaciones invasivas cosméticas de este tipo que salen bien también se debe esperar aproximadamente un mes para que el paciente vuelva a caminar y la recuperación gradual de las piernas debe realizarse con terapias de fisioterapia.
En la nota de la BBC se puntualiza que todos los especialistas consultados sobre el tema señalaron los mismos aspectos: que era una operación compleja, costosa, de mucho riesgo y con un extenso proceso de recuperación, que tiene que ser supervisado por especialistas.