El Papa Francisco no aceptó la renuncia del arzobispo de Múnich y Freising, el cardenal Reinhard Marx, presentada como gesto para asumir responsabilidades ante los abusos a menores de edad por parte de miembros de la institución alemana, aunque valoró su decisión y admitió que “toda la Iglesia está en crisis” a causa de estos escándalos.
El cardenal Marx, expresidente de la Conferencia episcopal alemana y estrecho colaborador de Francisco al pertenecer a la comisión cardenalicia que le asesora, provocó un auténtico terremoto en la Iglesia católica al presentar su renuncia.
Marx, de 67 años, habló en la carta en la que ofrecía su renuncia que “los afectados esperan una señal de la asunción de responsabilidades”, tras el demoledor informe sobre los abusos a menores y encubrimientos en el periodo entre 1975 y 2018 por parte de curas de la Arquidiócesis de Colonia.
“Querido hermano, ante todo gracias por tu coraje. Es un coraje cristiano que no teme la cruz, no teme anonadarse delante de la tremenda realidad del pecado”, señala en una carta el Papa, en la que expresa a Marx su decisión.
Una Iglesia en crisis
En la misiva, Francisco al referirse a la situación que el cardenal alemán está viviendo, afirma que “toda la Iglesia está en crisis a causa del asunto de los abusos; más aún, la Iglesia hoy no puede dar un paso adelante sin asumir esta crisis”.
Sobre este tema, el teólogo y filósofo Camilo Andrés Galvez sostiene que, “lo primero que hay que entender es que los sacerdotes son humanos y que la libertad es un don dado por Dios a los hombres para hacer el bien, por eso cuando alguien hace el mal se le quita esa libertad, entonces no podemos señalar que el único mal de la Iglesia es el abuso de los menores, porque hay otras dificultades, pero lo que uno espera es que tengan la voluntad para tener actos de virtud, de renovación espiritual de la fe, para vivir como un verdadero cristiano”.
En la nota en la que presentó su renuncia, Marx, considerado del ala progresista, alegó que la Iglesia católica se encuentra en lo que denomina “un punto muerto”.
Frente a esto, el Papa sostuvo que “la política del avestruz no lleva a nada, y la crisis tiene que ser asumida desde nuestra fe pascual. Los sociologismos, los psicologismos, no sirven. Asumir la crisis, personal y comunitariamente, es el único camino fecundo por el cual debemos transitar, porque de una crisis no se sale solo sino en comunidad y además debemos tener en cuenta que de una crisis se sale o mejor o peor, pero nunca para continuar igual”.
Renovación
Para Galvez la Iglesia está en un momento de renovación, de evaluar cómo evangelizar para llevar la palabra de Dios, de cómo hablarle a los jóvenes, a las familias, sobre todo ahora en tiempos de pandemia en los que la tecnología está jugando un papel especial, por lo que hemos visto a los párrocos celebrar las ceremonias virtuales, llegando a los hogares, acercando a los que por una u otra razón no puede ir a la iglesia y aunque no es lo mismo ir a una capilla a orar, se mantiene la fe en Dios que es lo importante”, comenta.
De igual forma, reconoce que históricamente, los momentos de crisis han generado una renovación en la fe de los creyentes y el aumento de los mismos, por ello, espera que en esta oportunidad la Iglesia pueda superar el momento difícil y avanzar.
El Papa Francisco asegura que a la Iglesia se le pide “una reforma” respecto a los casos de abusos y que ésta no puede consistir sólo en palabras “sino en actitudes que tengan el coraje de ponerse en crisis, de asumir la realidad sea cual sea la consecuencia”.
“Los silencios, omisiones y el dar demasiado peso al prestigio de las instituciones sólo conducen al fracaso personal e histórico, y nos llevan a vivir con el peso de tener esqueletos en el armario”, destaca el máximo jerarca de la Iglesia.
Al final de la misiva, el Papa Francisco le pide a Marx que continúe con su lucha “como arzobispo” y establece una analogía; lo invita a que piense cuando Pedro presentó su renuncia al Señor y le dijo: “apártate de mi que soy un pecador” y la respuesta de Jesús fue: “pastorea a mis ovejas”
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