Con el propósito de establecer actividades dedicadas a la lucha contra la persistente violencia doméstica, y especialmente en contra de los feminicidios que desde hace siete años superan el centenar de casos anuales, Bolivia declaró este jueves el 2022 como el Año de la Revolución Cultural para la Despatriarcalización.
La ministra de la presidencia, María Nela Prada, manifestó que la declaratoria “busca promover acciones orientadas desde todos los ámbitos del Estado a la lucha contra la violencia sobre las mujeres“.
Prada explicó que se refrenda a través de un decreto que fue aprobado por el gabinete de ministros en el que se establecen “algunas acciones que no son limitativas” y que se desarrollarán desde los ministerios y entidades estatales para algo que “es una lucha de hombres y mujeres“.
El documento también establece que se desarrollen “espacios de reflexión”, “acciones de formación”, “actividades culturales y expresiones artísticas” y “una campaña comunicacional” para el “fortalecimiento de una cultura despatriarcalizadora”.
La ministra apuntó al “patriarcado” como el “sistema de dominación” que activa las distintas manifestaciones de violencia machista con lógicas como la colonialidad, el capitalismo y el neoliberalismo.
De acuerdo con información de la presidencia de Bolivia, en 2021, se reportaron 108 feminicidios. Estos se produjeron en los departamentos del “eje central del país” como La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, en el 64 % de los casos las víctimas “son mujeres jóvenes” entre los 15 a 35 años.
Con respecto a estos en más del 60 % de los casos los agresores son hombres “que tenían una relación de parentesco o afectividad con la víctima”.
En lo que va de 2022 ya se produjo el primer caso de violencia machista en el departamento de Beni, la víctima era una mujer de 34 años que fue asesinada por su pareja de 25.