x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

Dimisión del Gobierno, ¿qué pasa con Líbano?

El descontento social debido a la corrupción que se vive en este país de Oriente Próximo llevó a una crisis política.

  • Primer ministro de Líbano Hassan Diab (derecha) presentó su renuncia al presidente Michel Aoun (izquierda) en el palacio presidencial en Baabda. No se sabe cuándo serán las elecciones. FOTO AFP
    Primer ministro de Líbano Hassan Diab (derecha) presentó su renuncia al presidente Michel Aoun (izquierda) en el palacio presidencial en Baabda. No se sabe cuándo serán las elecciones. FOTO AFP
11 de agosto de 2020
bookmark

Desde la explosión en el puerto de Beirut del pasado 4 de agosto, los ciudadanos de Líbano regresaron a la calle para protestar contra el gobierno al mando del primer ministro Hassan Diab. Y esas movilizaciones, en cuestión de una semana, ya mostraron sus efectos: ayer Diab y su equipo renunciaron al poder, abriendo paso a que el país convoque a elecciones anticipadas pare renovar el Ejecutivo que apenas llevaba nueve meses de gestión.

“Hoy, anuncio la dimisión de este gobierno. La catástrofe que afectó a los libaneses en el corazón (..) ocurrió a causa de la corrupción endémica en la política, la administración y en el Estado”, indicó Diab, hacia las 7:30 de la noche, hora de Beirut, durante una alocución televisada. Aunque el Ejecutivo renunció, no está claro qué sucederá en las próximas semanas, si habrá un gobierno de transición o si ese mismo gabinete deberá llevar las riendas del país hasta unos nuevos comicios.

Un cambio en el poder era, precisamente, lo que los manifestantes reclamaron en los últimos días, impulsados por el temor que dejó la explosión de la semana pasada, que según el balance del gobierno acabó con la vida de 160 personas, dejó 6.000 heridos y cerca de 20 desparecidos.

La de Líbano es una situación particular. En octubre de 2019 también vivió manifestaciones contra la corrupción y la clase política, que llevaron a la salida del entonces primer ministro Saad Hariri. Diab, quien acaba de dimitir, era el reemplazo de Hariri y ninguno de los dos logró condensar las peticiones de la ciudadanía como restablecer la economía, porque la moneda se ha devaluado un 70 % respecto al dólar, según The Spectator, o mejorar el sistema eléctrico.

“Líbano viene de una guerra parecida a la de Siria y tiene todos los elementos para que se dé una fractura profunda. Carece de liderazgo, está en un punto sensible de Medio Oriente y hay una fatiga de la sociedad civil alrededor de la clase gobernante y respecto al papel que ejerce Hezbolá en el Ejecutivo, que es una creciente fuerza política”, comenta el Ph.D Seguridad Internacional e investigador de la U. del Norte, Janiel Melamed.

Esa falta de liderazgo se evidencia en que, a pesar de que ya está la renuncia del gobierno, no está claro qué sucederá en las próximas semanas, ni quién tomará las riendas del país. Y Hezbolá también es un punto clave de esa convulsión. Se trata de un partido que como colectividad tiene bajo su mando el Ministerio de Salud, pero que es considerado como un grupo terrorista por Estados Unidos.

Entre la política y al religión

Cuando Líbano obtuvo su independencia en 1943 se estableció la distribución del poder entre los grupos étnicos más grandes: cristianos maronitas en la presidencia, sunitas en el cargo del primer ministro y chiítas en el liderazgo del Parlamento. Al respecto, el profesor Melamed destaca que la distribución de las diferentes poblaciones que conviven en el país ha cambiado y ahora las mayorías no son los cristianos, sino los chiítas.

Hay más factores que se suman, como que Líbano tuvo de una guerra civil (1975- 1990) y estuvo involucrada en otra guerra de Hezbolá con Israel en 2006, con quien comparte fronteras terrestres. Su otro vecino, que es Siria, atraviesa un conflicto desde 2011, por lo que el país asiático ha recibido a 884 mil refugiados, según el Syria Refugee Response de Acnur.

Con ese contexto, “la salida del gobierno permite retirar a los responsables de la explosión del poder, pero eso puede ser contrapruducente y generar más inestabilidad. Líbano ya estaba en una de sus peores crisis, la explosión agrava esa situación y ahora el país carece de quién tome las riendas de la nación”, afirma el máster en Estudios de Medio Oriente, Juan Sebastián Brizneda.

La comunidad internacional mira hacia ese país y recogió 300 millones de dólares para ayudar cubrir los daños de la explosión en el puerto de Beirut. A pesar de que el gobierno se haya retirado, los problemas sociales persisten y no está claro cuándo habrá elecciones y mucho menos si el nuevo gobierno logrará resolver las peticiones de la ciudadanía.

El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida