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El aislamiento no paró el descontento social

A pesar de que solo en América hay 9 millones de infectados por covid-19, en la región se reactivaron las marchas en contra de los gobiernos.

  • Bolivia es el país de la región en el que se han registrado mayores movilizaciones durante la pandemia. Estas han sido lideradas por seguidores del partido Movimiento al Socialismo, quienes apoyan al expresidente Evo Morales. FOTO EFE
    Bolivia es el país de la región en el que se han registrado mayores movilizaciones durante la pandemia. Estas han sido lideradas por seguidores del partido Movimiento al Socialismo, quienes apoyan al expresidente Evo Morales. FOTO EFE
07 de agosto de 2020
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Para Suramérica, el cierre del 2019 fue convulso. En Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Uruguay hubo marchas contra los gobiernos de turno que se apagaron con la Navidad y la posterior llegada de la pandemia, entre enero y febrero.

Nuevamente se están viendo manifestaciones que nacen en las redes sociales o con cacerolazos desde los balcones y en algunos casos se traducen en protestas en la calles y bloqueos, protagonizados por sectores de la sociedad civil.

Esto se da en un contexto distinto. En todo el mundo, según la Universidad Johns Hopkins, hay 18,7 millones de infectados por el coronavirus. De estos, por lo menos 9 millones estén en América. Por eso, el relator especial de la ONU sobre el derecho a la libertad de reunión y asociación pacífica, Clément Voule, aplaudió la inclusión de las actividades digitales en el ejercicio de esa garantía fundamental. “Es particularmente relevante durante la pandemia de la covid 19, cuando tantas reuniones pacíficas se han llevado a cabo en línea”.

Sin embargo, el fenómeno se expande en otros lugares. En Estados Unidos –con 4,8 millones de infectados– persisten las movilizaciones contra el racismo y estas abrieron paso a que el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, el pasado 29 de julio, reafirmara que “participar en una manifestación pacífica para manifestarse, celebrar, o reivindicar, es un derecho humano fundamental”.

A esto se le suma la voz de expertos como Jesús Tapia García, presidente del capítulo Caribe de la Asociación Colombiana de Infectología, quien le ha dicho a este diario que “mientras no haya vacuna, lo mejor es usar el tapabocas, distanciarnos, evitar aglomeraciones y lavarnos las manos con frecuencia”.

Bolivia y el espíritu de Evo

En los primeros días del mes seguidores de Evo Morales bloquearon carreteras para reclamar contra el aplazamiento de las elecciones, que serían en septiembre, pero se trasladaron para el 18 de octubre por la pandemia, previendo que el país podría estar viviendo un pico de contagios del covid.

Estas personas, quienes son partidarias del Movimiento al Socialismo (MAS), también salieron a las calles entre octubre y noviembre del año pasado para manifestarse sobre el resultado de los comicios de octubre, después de los que el exmandatario Morales salió del poder presionado por los militares.

Los seguidores de ese partido están en contra de que los comicios se posterguen por segunda ocasión y por motivos sanitarios, debido a que al comienzo se celebrarían en mayo, luego se movieron para septiembre y, ahora, para octubre.

Esta semana bloquearon carreteras por lo que, según el Ministerio del Interior, camiones cargados con oxígeno para atender a pacientes covid se quedaron varados, sin poder entrar a los departamentos de Cochabamba, La Paz y Santa Cruz.

De esta forma, la bandera que respaldaron en 2019 es la misma que alientan en este 2020 y en plena pandemia: el respaldo al MAS y a Evo, quien está exiliado en Argentina. Por eso, el profesor de la U. Externado, Jairo Libreros, dice que “las protestas del año pasado solo se detuvieron por la covid y conforme aflojen las medidas de aislamiento volverán al espacio público”.

Chile y la constituyente

También entre octubre y noviembre los chilenos se movilizaron contra el alza en el precio del tiquete del transporte público y la desigualdad, en marchas que fueron lideradas por los estudiantes, pero que terminaron vinculando a personas de diversos sectores. Fue tal la respuesta a la convocatoria que el 25 de octubre se presentó “la marcha más grande de Chile”, a la que asistieron un millón de personas.

Así como Bolivia, el país gobernado por Sebastián Piñera comenzó agosto con cacerolazos contra el gobierno, movidos por el desempleo de 12,2 %, lo que se traduce que 1,7 millones de personas sin trabajo. La proyección del Gobierno es que el porcentaje podría alcanzar 22,8 % por los efectos de la pandemia.

A esa desazón en la ciudadanía chilena se suma el no saber qué pasará con el referendo para decidir si se cambia la Constitución, que sería en abril, pero se postergó para el 25 de octubre. El país sigue registrando contagios que pueden amenazar su realización porque es el octavo del mundo con más casos de covid (366 mil según Johns Hopkins University).

El Internacionalista y docente interno de Ciencias Políticas de la UPB, Dr. Nicolás Beckmann, recuerda que en Santiago de Chile personas de bajos recursos no estaban de acuerdo con el manejo de la pandemia del Ejecutivo y su trato a la ciudadanía, por lo que lideran movilizaciones desde mayo.

Nuevamente, a mediados de julio hubo otras jornadas, esa vez para respaldar una ley que estaba en el Congreso sobre el retiro parcial de los ahorros pensionales, como una manera de atender las demandas sociales de la pandemia. “Hay que analizar país por país, pero el de Chile es uno de los casos más emblemáticos de la actualidad”, destaca Beckmann.

Otros mecheros encendidos

Argentina renegocia su deuda con el Fondo Monetario Internacional. En febrero, cuando llegó una misión de ese organismo, fue recibida en medio de protestas. Esta semana el gobierno de Alberto Fernández comenzó a buscar acuerdos con el FMI después de sacar al país del default (pago)

En la nación vecina, Brasil, también ha habido movilizaciones, especialmente en Brasilia, pero estas son en de simpatizantes de la derecha que apoyan a Jair Bolsonaro en medio del proceso que su hijo Flavio enfrenta ante la justicia por posible corrupción.

Durante julio el Frente Unitario de Trabajadores de Ecuador convocó o marchas contra la Ley de Apoyo Humanitario que aprobó el Ejecutivo de Lenín Moreno en junio e incluye reformas laborales, pero estas fueron suspendidas por los contagios de la covid.

Esos casos de los vecinos suramericanos dan cuenta de que los reclamo sociales han sobrevivido al aislamiento y algunos sectores están listos para regresar a la calle cuando se pueda. Algunos, ya lo hicieron y, como apunta Libreros, “en 2021 las movilizaciones pueden ser mayores por el desempleo que está dejando el coronavirus”.

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