Empresas antioqueñas han encontrado en esta estrategia un pasaporte directo para ser más competitivos y empáticos en sus industrias.
Un estudio realizado por McKinsey & Company sobre diversidad en las organizaciones reveló que aquellas con una fuerza laboral diversa superan a sus competidores en términos de rentabilidad en un 93 %. No obstante, la encuesta Voces Resilientes: Juventudes, Realidades y Territorios, realizada por USAID, ACDI/VOCA y el Observatorio Javeriano de Juventud, señaló que el 65 % de las juventudes en Colombia no trabaja en lo que estudió, mientras que el 29 % de las mujeres no ingresan al mercado laboral debido a responsabilidades tempranas.
Estos datos subrayan la importancia de abordar las diversas barreras que enfrentan las juventudes a la hora de ingresar a un mercado laboral, que a pesar de ser más consciente en materia de diversidad e inclusión, aún tiene muchos retos por delante.
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Inclusión, sinónimo de éxito
En esa búsqueda por construir una sociedad más justa y equitativa para los jóvenes, algunas empresas en Antioquia están liderando el camino, con acciones que no solo buscan el éxito económico, sino que también se comprometen con el bienestar de todas las personas, sin importar su condición.
María Isabel Acosta, directora del departamento de Diversidad, Equidad e Inclusión de Bancolombia, explica que desde su área de trabajo se lideran estrategias vinculantes para cumplir, más allá de unos requisitos legales, una iniciativa misional de la compañía con el fin de acoger personas sin distingo alguno.
Esta apuesta del banco busca comprender y satisfacer las necesidades de su fuerza laboral. “Una estrategia de diversidad, que tenga en cuenta las necesidades de la gente e igualdad de oportunidades, nos brinda coherencia y, además, nos hace más competitivos”, señaló María Isabel.
Y es que el impulso hacia la inclusión, no solo es una cuestión de justicia social, sino también una estrategia empresarial inteligente. Cada vez más organizaciones reconocen que, al materializar este tipo de iniciativas, logran atraer talento más diverso y capacitado. Así, se eliminan barreras como la edad, la identidad de género, la discapacidad, entre otras condiciones, y se enfatiza en lo relevante: la aptitud para ejercer cualquier oficio o profesión.
En este sentido también se destaca el trabajo del Grupo Argos, considerada una de las organizaciones, no solo en el país sino a escala internacional, con mejores prácticas en inclusión. Según un análisis de Forbes esta compañía fue reconocida entre las mejores 400 organizaciones a nivel global, debido principalmente a que en la actualidad el 50 % de sus cargos directivos son ocupados por mujeres, incluyendo la presidencia de su junta directiva.
“Nuestra política de diversidad e inclusión, junto con nuestro principio de respeto hacia las diferencias, refleja nuestra creencia en su valoración y promoción. Estamos firmemente convencidos de que estas prácticas constituyen una fuente de ventaja competitiva y de valor agregado, en línea con nuestro propósito de facilitar la construcción de viviendas e infraestructuras que promuevan una sociedad más próspera, sostenible e inclusiva”, expresó César Mejía, gerente de Personas, Cultura y Propósito y líder de la Mesa de Diversidad de Cementos Argos.
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Estrategias de inclusión
Para garantizar que cumplen con su compromiso, Argos invierte anualmente unos 280.000 dólares en la gestión de sus programas de diversidad e inclusión que le permiten cautivar y retener el talento joven en su empresa y, así, mantenerse a la vanguardia de su industria.
Por su parte, Bancolombia implementa medidas que ayudan a comprender mejor la diversidad entre sus empleados. De acuerdo con datos proporcionados por la entidad financiera, en esta organización hay más de 200 empleados en situación de discapacidad y cinco personas que se reconocen como trans entre sus colaboradores, quienes aportan ideas innovadoras a sus equipos de trabajo.
La apuesta por la diversidad tiene un impacto positivo en los resultados de la empresa, fidelizando el talento y atrayendo nuevos prospectos. Muestra de ello es la estadística anual sobre rotación del personal, que es de solo el 8 %.
Giro de 180 grados
Como destaca María Isabel Acosta, el cambio hacia una cultura empresarial más diversa e inclusiva es una evolución necesaria: “Anteriormente, las organizaciones eran muy similares, existían muchos sesgos, pero el banco ha cambiado bastante y nos hemos dado cuenta de que a medida que abrimos puertas a la diversidad, obtenemos mejores resultados”.
Sin embargo, ambas compañías reconocen que aún hay un camino por recorrer. Según cifras proporcionadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la tasa de ocupación de la población diversa se situó en un 65.9 % en el periodo comprendido entre 2021 y 2022, lo que abre una preocupante brecha, especialmente para personas de la comunidad LGTBIQ+ que pese a ser los mejores preparados académicamente, en la mayoría de ocasiones, son los menos empleados.
*Contenido en colaboración con USAID y ACDI/VOCA
