Las dos grandes batallas en el conflicto iraquí se libran hoy en la ciudad septentrional de Tel Afar y junto a la refinería de Biyi. Ayer ambos lugares fueron plaza de una renovada ofensiva por parte de los insurgentes suníes.
Las fuerzas iraquíes consiguieron repeler el ataque de los combatientes del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) sobre el aeropuerto de Tel Afar, en el que mataron, por lo menos, 15 yihadistas y lograron hacerse con tres vehículos utilizados por los extremistas.
Sin embargo, al norte de esa ciudad, los rebeldes impusieron con bombardeos su control en la zona de Al Ayadiya, donde 13.000 civiles se vieron obligados a dejar sus hogares precipitadamente y nueve de ellos perdieron la vida.
Vecinos de la localidad explicaron a Efe que, tras duros combates, los insurgentes suníes tomaron el control de la localidad, ubicada a once kilómetros de Tel Afar, en la provincia septentrional de Nínive.
El vicepresidente del consejo, Nuredin Kablan, explicó a Efe que las autoridades locales han exigido a Bagdad que detenga los bombardeos indiscriminados sobre civiles, y que ayude con alimentos y medicinas a los miles de desplazados.
Mientras tanto, y en otra muestra de la violencia desatada en esa ciudad, los cuerpos de 47 presos de una cárcel de Tel Afar eran hallados por vecinos de la localidad, tras ser ejecutados hace cuatro días supuestamente por sus carceleros.
El hallazgo se dio ayer en momentos en que Estados Unidos define la estrategia para el despliegue de asesores militares en Irak que ayuden a repeler la ofensiva de los radicales.
El portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby, informó ayer que dos equipos empezarán a evaluar la situación del área del conflicto y el nivel de cohesión del Ejercito iraquí, con el fin de determinar las condiciones de seguridad para el envío de más asesores militares.
Los integrantes de esos dos equipos serán desplazados desde la embajada estadounidense en Bagdad (donde en la actualidad se acuartelan casi 400 militares) y, posteriormente, entre tres y cinco equipos de asesoramiento volarán a Irak a partir de la próxima semana.
El despliegue se realizará con rapidez ya que volarán desde las bases dentro del área del Mando Central estadounidense (Centcom), que abarca la región militar de Oriente Medio.
"Esto no es una ocupación o una invasión", enfatizó Kirby, después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, expresara su apoyo al primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtiera que una campaña de ataques para frenar el avance de los extremistas del Estado Islámico de Irak y el Levante podría no ser efectiva y terminar convirtiéndose en contraproducente.
"Los ataques militares contra el EIIL podrían tener un efecto poco duradero o incluso ser contraproducentes si no hay movimientos hacia un Gobierno inclusivo en Irak", dijo Ban en un discurso en la "Asia Society" de Nueva York.
Según el secretario general de la ONU, el grupo extremista está tratando de mostrar que "el Gobierno de Bagdad, Irán y Estados Unidos están trabajando juntos para apoyar las atrocidades contra los suníes", una percepción que "les ayudaría a movilizar apoyo de la mayoría de suníes que no comparten la agenda extremista".
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