¿Cuál es el verdadero significado de la palabra sindéresis? ¿Vale todavía? ¿La falta pasmosa de sindéresis en este país, en todos los ámbitos, ha degradado el concepto hasta el extremo de que ya puede adueñarse de él hasta el más irracional, con un cinismo que no se sabe si desconcierta, indigna o da risa? ¿Cualquiera puede sentirse con pleno derecho a invocar la sindéresis, aunque todas sus expresiones demuestren carencia desafiante de racionalidad y de criterio de veracidad y equidad?
Uno de los voceros de la organización guerrillera que dialogan en La Habana dijo hace algunos días, al tratar de aclarar que no ponían en duda la condición de víctimas de Clara Rojas y el general Mendieta: "Siempre que se apliquen los principios de equilibrio y sindéresis, que permitan también que nuestros combatientes prisioneros de guerra ejerzan el mismo derecho".
El equilibrio puede compararse con la ecuanimidad, la mesura. La sindéresis es la facultad de distinguir entre el bien y el mal, lo verdadero y lo falso, lo justo y lo injusto. El pensador español Baltasar Gracián decía que la sindéresis es el trono de la razón, base de la prudencia: "Todas las acciones de la vida dependen de su influencia, y todas solicitan su calificación, que todo ha de ser con seso".
Es obvio que en una mesa de negociaciones cada uno de los opuestos esté en su derecho cuando expone y defiende sus argumentos. Pero en la aplicación de una estrategia de acción comunicativa para la solución civilizada de un conflicto, lo fundamental, para que sea legítima, está en que los interlocutores, por más que sean antagonistas, reconozcan una confiabilidad recíproca, basada en la fuerza de la razón, no en la razón o sinrazón de la fuerza.
Y esa fuerza de la razón lleva implícito el presupuesto del ejercicio dialéctico de buena fe y la acreditación de la evidencia de que los argumentos tienen validez lógica y no contradicen la realidad, no ofenden por su contumacia agresiva y prepotente. ¿Las Farc han procedido con sindéresis, si todas sus acciones, incluidas, por supuesto, las más recientes, la violación del Derecho Internacional Humanitario y los atentados contra poblaciones, prueban un estado de crueldad irracional que nada tiene que ver con el equilibrio y la sindéresis?
En realidad lo que sucede es que en este país se extinguió la sindéresis hace tiempo. Lo verificamos en las noticias políticas de cada día, en la absurdidad de tantos hechos informativos que ya ni sorprenden ni escandalizan, en el desgaste por abuso de la verdad, la justicia y la bondad. De modo que no nos extrañemos si cualquier loco se siente dueño de la sindéresis y con pleno derecho a invocarla, predicarla y enseñarla
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