Simplemente una reserva para once parceros que van a celebrar un gran logro. Cada uno con su acompañante, su familia, sus amigos. Nacional festejó su título en una verdadera fiesta de amigos.
Siempre estuvieron en la misma mesa, siempre juntos, siempre riendo. El cansancio de un partido tensionante no fue obstáculo, tampoco las vueltas olímpicas, las decenas de entrevistas, el desfile en carro de los bomberos. Los integrantes del plantel, los directivos, el cuerpo técnico, la gente más cercana al club. Todos estuvieron, todos festejaron.
Llegaron un poco más tarde a la 1:30 de la mañana, luego de pasar por el hotel. Fácilmente pudieron irse para la casa, quedarse en el hotel o buscar otro sitio de fiesta. ¿Quién le iba a decir que no a un campeón? pero quisieron estar juntos, quisieron celebrar como lo que son, una gran familia.
Siete veces, ¡siete!, sonó el Pregón Verde de la Orquesta Los Núñez. Y siete veces que se coreó el "oh, oh, oh, Mi Nacional" . También sonó el We are the champions , de Queen . El lugar se quería reventar. Era el momento indicado para dejar caer una lágrima de la emoción.
Hubo invitados de la casa que siguen en el corazón, pese a que ya se fueron. También hubo baile, saltaron, brincaron mucho. Hasta los argentinos se le midieron al vallenato, y gozaron con cada canción de esas que suenan en los diciembres colombianos. ¿Trago? Sí, hubo algo. Pero no fue la fiesta de borrachos, fue el brindis de la victoria, y uno que otro más. Y tranquilo hincha, el más pasado de copas no sale a la cancha a jugar, así que la armonía en el campo sigue. Como en cualquier fiesta, la suya o la mía con amigos, se escucharon los chistes, las bromas, las montadas de "aburridoooo" al que se iba más temprano.
Trabajo como DJ en Adonay Fonda, y cada fin de semana pongo música para amigos, familias, parceros, de todo. Pero esta noche sentí que ponía música para una verdadera familia de amigos. Eso es Nacional.
*DJ de la discoteca donde Nacional celebró
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