Que en alguna portada de la prensa neoyorquina se proclamase ayer que “sólo es una película estúpida”.
O que en el tráiler colgado en YouTube se observe a primera vista que las barbas son postizas. Nada impidió que esta sátira sobre Mahoma se convirtiera en otro factor de agitación.
“Rechazamos los esfuerzos por denigrar las creencias religiosas de los otros, pero carece de absoluta justificación esta violencia sin sentido”, sentenció el presidente de Estados Unidos, Barack Obama , en su comparecencia tras el asalto al consulado de la ciudad libia de Bengasi.
Esta acción criminal, y otra menos sangrienta en la embajada de El Cairo (Egipto), coincidieron con el undécimo aniversario del 11-S.
De fondo, sin que se concrete su trascendencia, emerge el filme Innocence of Muslims (la Inocencia de los Musulmanes).
Al inicio se muestra cómo los soldados egipcios están ociosos mientras los musulmanes hacen pillaje y queman las viviendas de los cristianos coptos egipcios.
Luego se ve a un joven Mahoma, figura sagrada para sus fieles, descrito como mujeriego, homosexual, paidófilo y matón sangriento.
A su autor se le identificó como Sam Bacile , supuesto estadounidense-israelí, escritor, guionista y promotor inmobiliario.
En conversación telefónica con The Wall Street Journal , desde algún lugar oculto, el autor de la película explicó que quería mostrar que “el islam es un cáncer”.
Según esta versión, grabó las dos horas de cinta en California, durante tres meses en el 2011, con 59 actores y 49 técnicos.
Contó con una financiación de cinco millones de dólares gracias a cien donantes judíos.
La agencia AP., que también entrevistó al supuesto director y guionista, contactó con uno de los asesores del filme, Steve Klein . “Le advertí que se convertiría en el nuevo Theo van Gogh”, en referencia al cineasta holandés asesinado en el 2004 por su creación sobre los abusos del islam.
Poco después, las caricaturas de Mahoma publicadas en la prensa danesa abrieron otro enfrentamiento.
Este nuevo video obtuvo fama internacional después de que un medio egipcio lo difundiera traducido al árabe y, sobre todo, con la promoción que hizo el pastor de Florida Terry Jones .
El mismo personaje que en el 2010 y el 2011 provocó manifestaciones mortales en Afganistán después de amenazar con la quema de Coranes y, más tarde, con la destrucción de uno.
Jones proclamó que este 11-S era “el día internacional del juicio a Mahoma”. Le apoyó Morris Sadek , bloguero copto egipcio residente en California que se ha unido al pastor en algunas protestas.
Sin embargo, las dudas se plantearon con el paso de las horas. Nadie encontró referencia alguna de Sam Bacile .
Yigal Palmo , portavoz de Asuntos Exteriores israelí, difundió un comunicado en el que remarcó que nadie sabía nada en Israel de ese director de cine.
“Es un desconocido y nada de lo que haga lo hace por Israel”. Y calificó de “idiota” al autor de la película.
La idea de que Sam Bacile era un seudónimo empezó a difundirse en los medios. Iba adherida una pregunta: ¿Quién es Bacile? n
* Periodista del diario La Vanguardia de España.
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