El Organismo Internacional de Energía Atómica (Oiea) confirmó este viernes en Viena que Irán le informó sobre la construcción de una segunda planta de enriquecimiento de uranio, hasta ahora fuera del alcance de los inspectores de la ONU.
A continuación, se explica el proceso del enriquecimiento de uranio, un material que tiene aplicaciones civiles y militares, y que se encuentra en el centro del contencioso sobre el controvertido programa nuclear de Irán.
El uranio extraído en su forma natural de las minas contiene apenas un 0,7 por ciento del isótopo U-235 y más del 99,2 de U-238.
Primero se debe convertir el uranio en el denominado "óxido de uranio" o tetrafluoruro de uranio (UF4), y luego se transforma en un gas denominado científicamente "hexafluoruro de uranio" (UF6).
Irán dispone de una instalación de conversión de uranio en la histórica ciudad de Isfahan, 340 kilómetro al sureste de Teherán.
El proceso del "enriquecimiento de uranio" consiste en la introducción del UF6 en llamadas "cascadas" de 164 centrifugadoras, donde a alta velocidad se separa el U-235 del U-238.
Irán realiza este proceso en la planta de Natanz, una pequeña ciudad a 250 kilómetros al sur de la capital iraní.
Debido a que el U-238 es más pesado que el U-235, el primero se concentra en las partes laterales de la centrifugadora, mientras que el segundo se concentra en el medio.
Sólo el U-235 puede ser usado para la producción de combustible nuclear o para la construcción de bombas atómicas.
Dependiendo de la intensidad y la duración del centrifugado se puede aumentar la pureza del uranio enriquecido.
Por otra parte, el uranio también se puede enriquecer mediante una tecnología que usa láser.
El llamado "ciclo del combustible nuclear" es el proceso más delicado de la gestión atómica, ya que el uranio enriquecido, dependiendo de su grado de enriquecimiento, puede ser utilizado para generar energía eléctrica en una central nuclear o para fabricar una bomba atómica.
Para fines civiles se requiere un enriquecimiento inferior al 5 por ciento, mientras que para bombas atómicas se necesita al menos un 90 por ciento.
En el caso de Irán, el país posee lo que los expertos denominan un "ciclo cerrado", ya que cuenta con una mina para extraer uranio en Saghand (a unos 450 kilómetros de Teherán) y controla todas las partes de la elaboración del uranio.
Los técnicos iraníes han producido hasta ahora, bajo supervisión del OIEA, unos 1.500 kilogramos de uranio poco enriquecido.
Esa cantidad, está cerca de los estimados 1.700 kilos de ese material necesarios, según expertos del Oiea, para producir suficiente uranio altamente enriquecido para una bomba.
Eso sí, enriquecer uranio para fines pacíficos es legal bajo el Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP), firmado también por Irán en 1968.