En la cálida tierra de San Basilio de Palenque, un grupo de reporteros reflexiona sobre la crónica, género vital en el periodismo.
Alberto Salcedo, ese natural contador de historias, es el guía de ese taller realizado en 2009. Él integra el equipo de Maestros, así, con mayúscula, de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, que tiene su sede en Cartagena.
Este es uno de los talleres organizado por la Fundación, entidad que hace parte del legado de Gabriel García Márquez, y que ha invitado a periodistas, editores, fotógrafos, entre otros, de los más diversos medios de Iberoamérica, con la misión de procurar un periodismo ético y crítico -en todos los formatos- de excelente factura.
Su actividad se expande en solitario o unida a eventos tan importantes como el Hay Festival. Un proyecto de largo aliento que convoca, además, a un premio de periodismo, cuya primera versión fue en 2013, cuando los ganadores se dieron a conocer en Medellín.
Jaime Abello Banfi, director general de la FNPI, dijo al morir Gabriel García Márquez, que "Gabo nos deja su fuerza. Asumimos con seriedad y entusiasmo, de la mano de nuestros maestros y aliados, la responsabilidad de que cada día más periodistas de Iberoamérica puedan conocer sus ideas, estudiarlas, aplicarlas e incluso cuestionarlas, pero siempre con la convicción de que este es un oficio de carpinteros, que se aprende y se perfecciona con la práctica, escuchando a la gente y despertando los sentidos para ver lo que nadie más ve, para que las sociedades se informen mejor".
Los encuentros organizados por la Fundación son momentos propicios para el diálogo, la discusión, las preguntas, la crítica, la inspiración. En ellos se inicia una conversación que se prolonga, no solo por las propuestas temáticas, sino por las relaciones que se suscitan entre los asistentes.
Un hecho que destacaba el periodista y escritor puertorriqueño Héctor Feliciano, durante una sesión sobre crítica de arte, en Cartagena, el pasado marzo. Hay un eco con singulares resonancias.
Juan Carlos Pérez, corresponsal en México de la BBC de Londres, quien asistió al primer taller organizado por la Fundación en 1995, destacó la importancia de esta entidad no solo por lo que significa para el buen periodismo en la región, sino por su defensa a la libertad de prensa y al derecho a la información. Recordó que en ese taller conoció a García Márquez: a pesar de estar con personas tan jóvenes, de menos de 30 años, se portó como un colega más.
Y por ser eso, un verdadero colega en el oficio del periodismo, que como él decía es el más bello del mundo, Gabo le dio impulso a esta Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano. La vida del Nobel de Literatura también se prolonga en ella
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