Después de vivir el infierno en el cielo, los 290 pasajeros del vuelo de Air France que cubría la ruta entre París y Bogotá, llegaron finalmente este martes a la capital colombiana, superando el mayor susto de sus vidas, cuando el avión tuvo que aterrizar de emergencia en las islas portuguesas de Azores.
Apenas llevaban dos horas de haber partido de la capital francesa, y ya sobre el océano Atlántico, el avión perdió altura inexplicablemente, se dejaba ver humo proveniente de uno de los baños y derramaba combustible sobre el mar, le confirmó a El Colombiano el embajador de Colombia en Portugal, Germán Santamaría, después de hablar con uno de los 50 colombianos que vivieron esta odisea en el aire.
De acuerdo con la versión de uno de los pasajeros, citado por la agencia Efe, el susto duró casi una hora, tiempo en que el avión sobrevolaba el mar apenas a 600 metros de altura, ocasionando desespero en algunos y aparente calma en otros.
Versiones extraoficiales, citadas por el diario inglés The Guardian, indican que hubo pasajeros que alcanzaron a despedirse unos de los otros porque era inminente su muerte.
Ya en tiera, varios pasajeros vivieron otro dilema para ingresar a territorio portugués porque no tenía la visa respectiva, entre ellos hubo varios colombianos.
Aunque la aerolínea francesa no se ha pronunciado oficialmente respecto a las causas de la emergencia, el director de Comunicación de Air France, Jean Charles Trehan, si se comunicó con la Embajada para explicar que los colombianos del vuelo estaban sanos y salvos tramitando el ingreso a Portugal para penoctar en un hotel y reembarcarse en las primeras horas de la mañana del martes de nuevo hacia Bogotá