Las dos primeras damas con más glamour en la política internacional, Michelle Obama y Carla Bruni, volvieron a coincidir, por segunda vez en dos meses, ayer en Normandía para participar en el 65 aniversario del Día D.
Michelle y Carla tenían previsto almorzar juntas en una comida de carácter social mientras sus respectivos esposos, el presidente de E.U., Barack Obama, y el jefe de Estado francés, Nicolas Sarkozy, celebraban una reunión de trabajo.
Las dos coincidieron en una ceremonia de bienvenida a los Obama en la Prefectura de Caen, donde acudieron con atavíos muy similares.
Michelle Obama lucía un vestido blanco sin mangas -el estilo favorito de la primera dama estadounidense- y un cinturón negro, mientras que Carla Bruni llevaba un vestido color marfil, igualmente con un cinturón.
Michelle ganó esta vez al acertar con los complementos: a la sencillez del traje blanco y el abrigo, le añadió un espectacular cinturón plateado y sandalias en el mismo tono, para hacerle frente al verano europeo.
A su lado, Carla no tuvo el brillo que le vimos hace poco junto a la princesa Letizia.
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