Diego Maradona jugó este miércoles como capitán de un equipo de astros retirados en un partido de exhibición para celebrar la inauguración de un estadio en la provincia rusa de Chechenia.
Fue el más reciente esfuerzo de las autoridades locales para mostrar que, a pesar de estar destrozada por la guerra, la provincia está prosperando.
El legendario futbolista argentino, de 50 años, jugó junto con el portugués Luis Figo, Steve McManaman y otras exluminarias en el encuentro en la capital chechena, en el sur de Rusia.
El líder checheno Ramzan Kadyrov participó en el otro equipo, formado por funcionarios gubernamentales y futbolistas locales, durante la inauguración del estadio dedicado al padre del mandatario, a quien éste sucedió cuando fue asesinado en el 2004.
Akhmad Kadyrov murió por el estallido de una bomba en otro estadio de Grozni. El asesinato perjudicó las gestiones por devolver la tranquilidad a esta región inestable después de dos cruentas guerras separatistas.
Este miércoles, los locales ganaron 5-2 en un partido muchas veces cómico en el que participaron estrellas fuera de forma y autoridades torpes, en términos deportivos. Miles de aficionados locales que acudieron a pesar de la lluvia fueron recompensados con un momento de la magia de Maradona, cuando el campeón del Mundial 1986 disparó un tiro libre desde el extremo del área.
En marzo, varios miembros de la selección de Brasil que ganó la Copa del Mundo en el 2002 jugaron un partido de exhibición en Grozni.
Las autoridades han negado haberle pagado a los jugadores para que asistieran, pero los observadores pasaron apuros para explicar la disposición de tantos famosos del fútbol mundial por presentarse en una parte del mundo raras veces vinculada con este deporte.
Su presencia tiene la doble ventaja de demostrar el valor de Chechenia como un lugar para exhibir este talento, así como mejorar el prestigio futbolístico de Rusia previo a la Copa Mundial que organizará por primera vez en 2018.
