x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

Lo invisible de las personas amerita una lectura receptiva

La lectura de lo invisible conduce a tomar posturas positivas ante 'lo desconocido del vecino'. Es el sendero para edificar una historia de lo invisible gracias a la imaginación receptiva y comprometida con ello.

  • Lo invisible de las personas amerita una lectura receptiva | Archivo |
    Lo invisible de las personas amerita una lectura receptiva | Archivo |
19 de diciembre de 2011
bookmark

N arrar la historia de lo invisible . La narración de la historia sobre lo invisible parece un título para película de ficción. ¿Cómo narrar lo que no se ve?

Un testimonio simple coopera en la comprensión de cómo se comprende y se vive lo invisible. Es el testimonio infantil.

Un niño, en sus primeros monólogos, capta y descifra el amor, la acogida, la esperanza, el consuelo. Lo invisible, le susurra. Su ingenua sabiduría lo asimila.

En el desarrollo de la existencia se avanza en esa aptitud humana: con algo de perspicacia, con mucho de interés, con olfato intuitivo, somos idóneos para leer los escondidos móviles de las personas. Nos constituimos en espectadores de cuanto ellas presentan -de manera escondida- en sus escenarios existenciales.

Si a esa tarea nos aplicamos haremos de nuestra vida una narración de la historia invisible.

Ver lo visible: Ver lo visible es simple. La fascinación por lo atractivo hace las veces de imán, atrae. En cambio, la mirada ante lo no-grato es evasiva, busca el vacío.

Existen personas y objetos que atraen miradas; existen personas y objetos que harían esquivar las pupilas. Es el doble juego ante lo ostentoso y lo harapiento, lo brillante y lo 'despreciable', lo visible y lo invisible.

Intuir lo invisible: Surge otra realidad. En los entretelones de lo invisible las personas esconden sus ilusiones no cumplidas, sus sueños?sueños, sus frustraciones, sus miserias, sus marginaciones sociales, quizá también sus vergüenzas.

Es el mundo complejo de las angustias por la vida. Dan cabida allí a aquello que no ha sido viable realizar, quizá a ciertos 'signos de indignidad'. A lo que duele manifestar pero que debería aflorar.

Lo invisible le sirve también de cofre silencioso a quienes, llevados por sus penurias, quisieran descubrir el apoyo de la mano 'amiga' con el que podrían sobrellevar sus incertidumbres.

Lo invisible crece en intensidad cuando el dolor de la frustración se camufla ya por la cobardía para manifestarse, ya por temor a las indiferencias despectivas.

¡Es la amplia invisibilidad del dolor! Ésta, debería ser ya el principio de la justicia. Descifrarla es crear una aptitud para responderle con obras que la transforman.

La imaginación receptiva: ¿Cómo afrontar esa invisibilidad? Con el vigor de la imaginación receptiva.

Imaginación: comprende los aspectos antes mencionados: intuiciones, percepciones, perspicacias, clarividencias.

Receptiva: alude al diálogo que autosostiene quien después de leer lo invisible busca asociarse a él hasta convertirlo en nueva preocupación personal. Es lo diverso a la indiferencia.

Los impactos producidos por este tipo de imaginación pueden ser:

La invitación a comprender la realidad, los motivos y las opciones de lo invisible. Tal vez lo diferente al propio yo. No por ello indigno de atención y de respeto. Es el ingreso a esos mundos, desde los nuestros, para hacer que éstos se tornen en co-responsables con los adecuados procesos de transformación.

La voluntad para detectar los rasgos de vida miserable y desamparada, agobio de tantos?; a ello se le presta poca atención cuando nos instalamos en el 'pequeño' mundo -micro porque nos reduce al claustro del yo- de la prosperidad.

El despoje de la miopía egoísta. La que no quiere que contemplemos ese invisible por lo que él nos representa como reto de comprensión y de acción.

El cultivo de una 'visión apasionada' sobre la otra persona. La visión con pasión no se confabula con la indolencia.

La identificación del comportamiento de la indiferencia como antivalor social. El indiferente sólo quiere ver lo que su mente ha creado, lo visible. Le es arduo entender lo diferente -quizá invisible- de quien está frente a él.

La solicitud para comprender que lo invisible no es despreciable. Se le mira como un componente del conglomerado humano. Como tal, amerita su valoración.

La lectura de lo invisible conduce a tomar posturas positivas ante 'lo desconocido del vecino'. Es el sendero para edificar una historia de lo invisible gracias a la imaginación receptiva y comprometida con ello.

En suspenso:? disfrutar más con lo poco.

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Te puede interesar

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD