No tiene que ser diciembre ni Feria de Las Flores para que el licor adulterado siga siendo una amenaza para la salud y la vida de muchas personas y un detrimento para las finanzas de los departamentos.
Hace pocos días, tres personas murieron y más de 20 estuvieron hospitalizadas, a causa de un aguardiente falso que consumieron en la población vallecaucana de Palmira. La Secretaría de Hacienda de Antioquia acaba de destruir 35 mil botellas de licor adulterado, que fueron incautadas en los últimos meses.
Los delincuentes que producen, distribuyen y venden el licor adulterado tienen como objetivo que los consumidores se confundan y adquieran sus productos. Está en manos de la gente tomar las medidas necesarias para no dejarse engañar y poner en peligro sus vidas.
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