Espíritu de lucha y ganas de superarse. Esas son virtudes que desde niño forjó José Leudo en su natal Apartadó y que hoy traslada a la cancha con la Selección sub-20 de Colombia.
Coincidencialmente, en su puesto de volante de recuperación debe convertirse en una pared para evitar que los rivales superen el mediocampo. Y, de paredes y muros sabe mucho pues la construcción fue el primer oficio que ejerció.
"Yo hacía la mezcla del cemento y le ayudaba a un maestro de obra a hacer casas. Era un trabajo muy físico lo que me ayudó a desarrollar los músculos", cuenta.
Pero no sólo sus músculos crecieron, sino también el deseo de superarse y en el fútbol, encontró un medio para sus objetivos.
Y es que como gran parte de los colombianos, Leudo no fue ajeno a la situación de violencia del país. Quería dejar atrás las balaceras de los combates entre la guerrilla y el Ejército. Recuerda que abandonaba el balón de fútbol con el que jugaba para refugiarse debajo de la cama de sus padres. "Esas cosas nunca se olvidan y quería algo diferente para mi vida. Así que cuando vi la posibilidad de salir no lo dudé".
Chicó fue el primer equipo que se fijó en él, pero Leudo seguía pensando en grande y aprovechó una oportunidad para irse a probar en el Boca Juniors de Argentina.
En el equipo xeneize le cerraron las puertas, pero él seguía encontrando la llave para abrir los candados.
Fue Estudiantes, equipo en el que jugaba el emblemático Juan Sebastián Verón el que le dio una oportunidad, Leudo se aferró a ella y, hasta ahora no la ha soltado. "Me siento muy bien y con un buen rendimiento. Ya me han acercado al equipo profesional y sé que tengo las condiciones para ganarme un puesto".
Pero, por ahora, sólo piensa en la Selección sub-20, en la que aplica lo aprendido en el club argentino. "Tenemos muy buenos jugadores y entre todos vamos a empujar este equipo al Mundial", lo dice sin dudar.
Leudo sabe que a sus 19 años, llegar hasta donde lo ha hecho no es fácil y menos con las carencias que tuvo de niño. Sin embargo, el reto de sostenerse es aún mayor y es consciente de eso. "Siempre me voy a entregar con sacrificio por lo que hago y por mi país, me di cuenta de que es posible vivir distinto y cambiar nuestro futuro".
Hoy, frente a Bolivia, deberá poner en práctica todas esas actitudes para empujar a Colombia hacia el hexagonal final, en el que peleará por el cupo al Mundial de Turquía y en busca de ese objetivo, Leudo será el mayor obrero.
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