Esta caleña sí que ha sido decidida en la vida. Ella dice que gracias a que ha tomado decisiones trascendentales ha logrado tener el éxito profesional del que goza en este momento de su carrera como actriz, en la que ha trabajado desde 2003 en televisión y desde hace 8 en la pantalla grande.
Carolina Gómez estrenó hace una semana La lectora, su octava película, dirigida por el colombo-alemán Riccardo Gabrielli, que está basada en la novela escrita por Sergio Álvarez y que gira alrededor de un maletín misterioso y u texto en alemán.
¿Qué es La lectora?
“Es una adaptación que hizo Riccardo Gabrielli del libro que lleva el mismo nombre. Es una historia que habla sobre un mito urbano de un maletín que tiene unos dólares. Dos personajes se lo encuentran por casualidad o causalidad, eso lo sabrán cuando vean la película”.
La película habla también de una mujer rebelde, ¿algún momento usted ha sido rebelde en la vida?
“Sí. Yo creo que la gente que toma decisiones en su vida y que, de alguna manera, tiene la libertad de decidir qué quiere hacer, siempre ha sido considerada como rebelde. Yo considero que estas personas rebeldes son las que piensan fuera del cajón”.
¿Cree que parte del éxito que ha tenido en su carrera tiene que ver con ir en contra de la corriente?
“Yo nunca he tomado decisiones con cabeza fría, ha sido al revés, he tomado decisiones muy apasionadamente. He tomado decisiones creyendo en lo que estoy haciendo y teniendo una meta muy clara al final del camino, entonces yo creo que cuando uno no ve obstáculos sino herramientas para aprender, las cosas fluyen. Mi personaje de Karen y yo nos parecemos en eso”.
¿Y cuál es su meta ahora?
“Mi meta siempre ha sido tener felicidad, tener éxito profesional, tener prosperidad, abundancia y creo que eso afortunadamente se me ha dado. He tenido la disciplina para tener esas cosas y me esmero todos los días para que siga siendo así”.
El papel de su colega, Carolina Guerra, es de una mujer que lee entre líneas. ¿Qué hay que leer entre líneas en su vida?
“No me gustan las entrelíneas, he sido muy directa siempre, muy sincera y abierta. No lo digo por arrogancia ni con soberbia, sino que no me gustan las entrelíneas. Ahora, si es necesario responder esa pregunta es una búsqueda permanente de felicidad”.
¿Cómo fue trabajar con el director Riccardo Gabrielli?
“Lo bueno de Ricky es que tiene las cosas claras y cuando ellas están claras a uno le queda más fácil leer qué es lo que quiere un director. Es un tipo sumamente meticuloso, es exigente laboralmente. Para poder trabajar con él tienes que tener una entrega total”.
Usted ha trabajado en Brasil, España, Estados Unidos, Argentina y Colombia, ¿en qué lugar se siente más cómoda en el ámbito actoral?
“En el set de cualquier parte del mundo, ahí me siento más cómoda”.
¿Qué le dejó el papel de Alicia Durán en A corazón abierto?
“Lo que más me alegró fue la respuesta de la gente. Ese fue un proyecto nacional muy bueno, entonces es una marca en la hoja de vida de cualquier actor”.
¿Qué le parte a usted el corazón?
“La mentira...”.
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