Integrantes de Ong agrupadas en la Comisión para la promoción de acciones frente a la población penitenciaria y carcelaria del Departamento de Antioquia reiteraron ayer las inconformidades que expresan las internas de la cárcel El Pedregal, relacionadas con las nulas opciones de trabajo, las dificultades en las visitas y la calidad de la alimentación.
"La principal necesidad que tienen las muchachas es la falta de trabajo para redimir penas", consideró Cruz Helena Palacio, directora de Bordado a Mano, una Ong que trabaja por las mujeres privadas de la libertad y pospenadas.
"La cárcel ha tenido dificultades de acoplamiento y las afectadas son las muchachas a las que no les interesa mucho si la cárcel está acondicionada, les interesa recuperar la libertad", señaló.
Así mismo denunció que los visitantes deben soportar filas de más de tres horas y drásticos controles de seguridad para encontrarse con sus familiares por pocos minutos.
"Es muy difícil el acceso a la visita. Los niños se marean en las filas, las mamás también se enferman. La misma interna les dice que no vayan a verla, para que no sufran tanto", dijo.
La directora de Bordado a Mano se quejó de que las reclusas tengan que permanecer esposadas ante sus familiares. "Me parece que para un niño es muy traumático ver a su mamá esposada cuando hay mecanismos de seguridad dentro de la misma cárcel".
En cuanto a la alimentación, Cruz Helena sugirió que la cena se las suministren al caer la tarde, y no a las 3:00 p.m., como se hace.
"¿Se imagina usted tomarse una sopa de harina sin disolver completamente y que luego lo encierren hasta el otro día a las 6:00 a.m.?", cuestionó.
Servicios externos
Diego Alejandro Monsalve, miembro del cuerpo de custodia y vigilancia, y presidente de Aseinpec Antioquia, dijo que las quejas son ajenas a la responsabilidad de la guardia.
Monsalve, quien también forma parte de la Comisión, lamentó la entrega del servicio de alimentación y el de la salud a contratistas externos.
"Cuando la salud era administrada por el Inpec, teníamos medicamentos de sobra", señaló.
"Los internos creen que si el almuerzo no tuvo las suficientes calorías o fue en mínima cantidad, es responsabilidad del guardián, y no es así, es directamente la firma contratista", aclaró Monsalve.
Cruz Helena Palacio consideró que el trabajo por los derechos de las mujeres internas apenas comienza y señaló que hay temor por traslados, como represalia ante las denuncias.
Los miembros de la comisión coincidieron en la pretención de que sus inquietudes sean tenidas en cuenta para la reforma del sistema penitenciario en el país.
En informes publicados en este diario, la Dirección Regional del Inpec ha sostenido que las condiciones de reclusión son más estrictas que las que se tenían antes del traslado a la cárcel y que dependen del reglamento de seguridad. También han explicado que el horario de las comidas es el que rige en todos los penales del país y que en El Pedegral las internas sí tienen posibilidades de trabajo porque allí disponen de talleres de cerrajería y modistería, entre otros.
Al consultar la posición del Inpec sobre las denuncias de la Comisión, no fue posible obtener una respuesta hasta el cierre de esta edición.
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