Las Farc volvieron a atacar en Nariño. Esta vez su blanco fue una patrulla del Ejército y en un ataque en la madrugada de ayer en zona rural de Samaniego (Nariño) ocasionaron la muerte a siete militares. Otro cuatro uniformados resultaron heridos.
La emboscada fue condenada ocho horas después por el presidente Álvaro Uribe Vélez en Medellín.
El mandatario calificó el hecho como "hipocresía política" del grupo guerrillero. "Estos son los mismos asesinos de las Farc que quieren proponerle al país un chantaje para liberar al cabo (Pablo) Moncayo".
Uribe Vélez defendió la postura del Gobierno de no ceder a las presiones de las guerrilla para liberar a los secuestrados. "Frente a estos terroristas tenemos que mantener toda la firmeza y no caer en el engaño del chantaje político. Esta es una batalla muy difícil contra el terrorismo, pero hay que mantener toda la firmeza".
El ataque se presentó hacia las tres de la mañana contra una patrulla militar del Batallón Boyacá, conformada por 22 militares que vigilaban una base de comunicaciones del Ejército en el sector de Alto Pacual.
Según el Comando de laVigésima Tercera Brigada, los responsables de la emboscada con disparos de fusil, granadas y cilindros bomba fueron guerrilleros del frente 29 de las Farc.
Fabio Trujillo, secretario de Gobierno de la Gobernación de Nariño, dijo que a la misma hora otro grupo de guerrilleros "detonó un petardo un petardo frente a la estación de Policía de Samaniego, hiriendo a dos policías y causando daños materiales a viviendas".
El funcionario agregó que en la zona hay presencia de la columna Mariscal Sucre de las Farc del frente 29 y estructuras del Eln.
Los cuatro militares que resultaron heridos en la zona rural, un suboficial y un soldado, fueron trasladados en helicóptero del Ejército y hospitalizados en un hospital de Pasto.
El comandante de la tercera división del Ejército, mayor general Justo Eliseo Peña, se trasladó a Samaniego para coordinar el seguimiento al frente guerrillero. Los combates continuaron hasta el mediodía de ayer.
Arremetida guerrillera
El de ayer fue el segundo ataque mortal a la Fuerza Pública en 24 horas, luego de que guerrilleros del frente 29 activaran en la madrugada del sábado explosivos dejados en una canoa, al paso de una embarcación de la Infantería Marina que patrullaba el río Satinga, en Olaya Herrera (Nariño).
Allí perdieron la vida dos infantes de marina y otros dos resultaron heridos. El departamento de Nariño es uno de los más golpeados este año por las acciones violentas de las Farc y el Eln. En abril, dos policías murieron y hubo heridos en una emboscada en Samaniego.
Antes, en febrero, las Farc asesinaron en zona selvática de Barbacoas a ocho indígenas awá y desaparecieron a otros nueve. Las masacres generaron el desplazamiento forzado de más de un centenar de familias de esta etnia.
Un mes antes, el grupo guerrillero lanzó granadas a las casas de un barrio del municipio de Roberto Payán. Allí murieron una mujer y tres niños.
Hace apenas 11 días (29 de abril), ocho militares murieron a manos de las Farc en La Guajira en un ataque perpetrado en la Serranía del Perijá.
Tras el hecho, el presidente Uribe le pidió a su homólogo de Venezuela, Hugo Chávez, ayudar a capturas a los guerrilleros, pues según los militares colombianos, tras asesinar a los soldados los subversivos se refugiaron en Venezuela.
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