Aún existen muchas preguntas en torno al tema de la falsa desmovilización del bloque Cacique Nutibara.
No está claro cuáles funcionarios del gobierno anterior sabían de esto; si fue un engaño al gobierno de Uribe o un acto orquestado con conocimiento; cómo se negoció en Antioquia y por la alcaldía del momento; y, en general, cuáles son los alcances legales de la información entregada por el exparamilitar Freddy Rendón Herrera, alias el Alemán.
Lo que sí es un hecho es que fue una farsa.
Y el problema cuando se descubre que resultados positivos fueron producto de montajes es que ponen a dudar a la sociedad de los éxitos verdaderos.
Por esto, el ex comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, tiene que responder políticamente, ya que, aunque no conociera de este engaño, su oficina era la responsable de asegurar la legalidad y legitimidad de un proceso que hoy se demuestra está lleno de irregularidades.
Engañado como el resto del país, o cómplice del engaño, Restrepo tiene una responsabilidad en esto.
Según la información que se conoce de la supuesta desmovilización, en la que se incluyeron integrantes de la Oficina , los paramilitares aprovecharon para entregar delincuentes que no hacían parte de sus filas, porque el entonces comisionado Restrepo presionó para que el país tuviera un resultado concreto en las negociaciones con las Autodefensas Unidas de Colombia.
Pues el país conoce hoy los resultados, y éstos son lamentables.
Fue una cantidad importante de delincuentes que se movilizaron para posteriormente desmovilizarse. Una burla a la justicia nacional.
Según analistas, la farsa siempre fue evidente porque en Medellín no existía una estructura tan grande de hombres al servicio de las autodefensas, por lo que debió acudir a personas que no hacían parte de los paramilitares, sino de hombres de las bandas delincuenciales.
Por eso es necesario que la Fiscalía abra una investigación de estos hechos.
Es cierto que las denuncias por parte de líderes de bandas narcotraficantes, exguerrilleros, corruptos y otros vándalos, lanzando nombres de implicados a los medios de comunicación, tiene el fin de, generalmente, buscar rebajas en sus penas o juicios favorables.
Las declaraciones del Alemán, probablemente, buscan el mismo fin y es claro que la historia no la pueden imponer los criminales. Pero tampoco se pueden ignorar sus declaraciones.
Por eso, en el frente jurídico es imperativo que la Fiscal General Vivian Morales llame a entrevista al ex comisionado de Paz para que responda por este hecho y se aclare jurídicamente su implicación, junto a sus otras denuncias de supuestas desmovilizaciones del bloque "Cacica Gaitana" de las Farc, en donde varios hombres se hicieron pasar por miembros de la guerrilla, cuando eran delincuentes reclutados en varios puntos de Bogotá. Otra burla a la sociedad.
Frente al exalcalde Sergio Fajardo, de quien el Alemán dijo que lo había visto haciendo proselitismo en ese proceso, puede ser cierto que a él no le correspondió conocer de esta desmovilización sino en el marco del empalme.
Ahora bien, no hay duda de que, con conocimiento o sin él, el acuerdo que se hizo orquestado por alias Berna , le favoreció a Fajardo para poder entregar una ciudad con unos índices de violencia mucho más bajos, los cuales después se volvieron a disparar con peores resultados.
Las consecuencias de eso las vive Medellín en este momento.
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