"Se me fue el viejo. Fuiste demasiado bueno. Ojalá pueda ser un papá como tú. Me enseñaste a pescar, a cocinar y a amar la naturaleza. Me vas a hacer demasiada falta".
El texto se leyó en el facebook del chef Álvaro Molina, luego del deceso de su padre, el empresario Jorge Molina Moreno, fallecido ayer a los 91 años de edad y quien es considerado un hito importante en la historia empresarial de Antioquia.
Nacido el 8 de julio de 1919, cursó primaria y bachillerato en el Colegio San Ignacio y se graduó como abogado de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) en 1941, a la edad de 22 años.
"Para mi papá el ser humano tiene tres amores: su familia, su patria y Dios. A pesar de que como presidente de Suramericana fue un hombre realizado, su mayor orgullo siempre fueron los árboles que sembró como alcalde cívico por más de 20 años. Para él no había placer igual que ver a un niño trepado en uno de los miles de frutales que dispersó por toda la ciudad, o sentir las guacharacas cantando en los amaneceres", escribió Álvaro, al definir a su progenitor como "un enfermo por la vida".
Recuerdo y ejemplo
El programa '100 empresarios, 100 historias de vida', de la Cámara de Comercio de Medellín, destacó que Jorge Molina Moreno fue uno de los artífices de la solidez del Grupo Empresarial Antioqueño y, en particular, de Suramericana de Seguros.
"Don Jorge hace parte de ese grupo de administradores que supieron llevar bien las riendas de varias empresas a partir de la segunda mitad del siglo pasado. En él se conjugan su gran capacidad ejecutiva y su don de gentes".
Desde Boston (Estados Unidos), donde se encuentra en viaje de negocios, el presidente del Grupo de Inversiones Suramericana, David Bojanini García, dijo que "el doctor Molina fue una persona muy importante para la compañía, porque durante el tiempo que él estuvo en la presidencia de Suramericana, fue el responsable de imprimir mucha parte de la cultura que hoy tiene la empresa".
Informó que en un futuro próximo, alguno de los espacios de Suramericana llevaría el nombre de Jorge Molina, como homenaje al líder empresarial.
Gabriel Harry Hinestroza, vicepresidente de la Junta de la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura), declaró que "él fue una escuela, un maestro. Un hombre de una forma de ver los negocios desde la parte social y en su capacidad para manejar el civismo, fue un verdadero ejemplo para todos".
Fernando Restrepo Restrepo, gerente de Plaza Mayor, sostuvo que "el mejor recuerdo de todos con el doctor Molina, es que él era el mejor consejero que uno podía encontrar. Era de una sabiduría, pero al mismo tiempo de una sencillez y una claridad enormes. Fue una lección de vida en cuanto a vivir de forma tranquila, sencilla, sin aparentar y disfrutando todo lo que hacía. Una persona de muchísima lectura que gozaba cosas sencillas como la pesca, la cocina, el campo y sus nietos".
Álvaro Molina, también recordó que su padre perteneció a más de 20 juntas de instituciones cívicas y privadas. "En su tiempo siempre tuvo prioridad por mi mamá Gloria Villegas (ya fallecida), la familia y fue un enamorado de sus nietos y bisnietos".
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