La era de la minería espacial comenzó. No habrá mineros con pico y pala ni grandes retroexcavadoras, sino naves yendo y viniendo para colocar asteroides a tiro de escopeta y agua y minerales en el camino o en tierra.
La semana pasada se reveló el proyecto de Planetary Resources, una compañía a la que, dicen, hay que creerle: está respaldada por multimillonarios que creen en esta aventura para "traer el espacio dentro de nuestra área de influencia económica", como dijo unos de los cofundadores, Eric Anderson (empresario de Space Adventures)
Los diferentes programas espaciales han identificado hasta hoy 8.850 objetos (asteroides) cercanos a la Tierra. De ellos, más de 1.500 son de fácil acceso desde el punto de vista energético, explicó la firma en un comunicado de prensa.
En lo corrido de 2012 se han detectado casi 400 más. Para algunos, solo se ha encontrado un pequeño porcentaje de los que existen allá afuera, residuos de la formación del Sistema Solar o productos de colisiones entre cuerpos más grandes.
Se cree que un asteroide de 500 metros rico en platino contiene más de este mineral que el que ha extraído en toda su operación el poderoso Platinum Group Metals.
Pero no es solo platino. Aunque en el camino también figuran minerales como hierro y níquel, la meta inicial serán volátiles como agua, oxígeno e hidrógeno, para usarlos en combustibles o almacenar en el espacio para surtir misiones tripuladas: podrían vendérselos a la Nasa.
Enviar hoy al espacio un litro de agua cuesta cerca de 20.000 dólares.
En Planetary Resources trabajan dos docenas de ingenieros que desarrollan el programa de exploración, que comenzaría a finales de 2013 con el envío de sondas en órbitas bajas, las que comenzarían a estudiar los asteroides.
El prototipo
La primera de una serie de sondas baratas será Arkyd 101, un telescopio de 22 centímetros, que será lanzado con otros satélites para rebajar costos, según Chris Lewicki , presidente jefe de ingeniería de la naciente firma, antiguo científico de la Nasa.
Una vez se detecte un potencial asteroide se enviará una nave interceptora para evaluarlo con una batería de sensores. Estaría en capacidad de descender sobre él y recoger muestras para someterlas a análisis.
Escogido el objetivo, podría enviarse una nave a extraer los minerales. Otra posibilidad sería utilizar pequeñas sondas espaciales para traer los asteroides menores a una órbita más cercana a la Tierra.
Muchos de estos objetos son de velocidad lenta, lo que facilitaría las maniobras.
Mediante la extracción in situ se evitaría la traída a Tierra de residuos, haciendo de la operación un desarrollo sostenible del espacio.
La etapa de exploración de los asteroides tomará alrededor de una década.
Planetary Resources está asentada cerca a Seattle, estado de Washington, en Bellevue, donde "estamos iniciando el Silicon Valley espacial", según los fundadores.
El proyecto es un sueño con posibilidades de fracasar aunque por sí solo "el intento es valioso", en palabras de Lewicki.
La Nasa, la agencia espacial japonesa y la europea han explorado algunos asteroides. La sonda Near fue la primera en aterrizar en uno de ellos. Eros, en 2001. La japonesa Hayabusa descendió en 25143 Itokawa y trajo muestras a su regreso.
Los pioneros
La posta la toma ahora Planetary Resources, fundada además de Anderson, por Peter H. Diamandis . Sus asesores son el productor y explorador James Cameron , el piloto y astronauta Thomas Jones , el general retirado Michael Moseley , la profesora y física Sara Seager, Mark Sykes del Planetary Science Institute, el antiguo jefe de tecnologías de Microsoft David Vaskevitch, John Villa y el profesor emérito John Lewis.
En el grupo de inversionistas figuran los multimillonarios Eric Schmidty Larry Page de Google, Ram Shiram, Charles Simonyiy Ross Perot , cabeza del conglomerado Perot.
Las cartas están sobre la mesa.
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