El deseo del retorno, albergado desde la época en la que salieron desplazados por el conflicto armado, llevó a que 120 campesinos arribaran al corregimiento Santa Ana, en Granada.
Volvieron en tres camiones escaleras y recorrieron el pueblo casi vacío, del que huyeron en el 2002 cuando las balas y las amenazas llegaban acompañadas de fusiles amenazantes de la guerrilla y los paramilitares. En el coliseo de este corregimiento, los labriegos manifestaron sus ganas de volver, pero con garantías que les garantice un retorno digno.
Esa es una de las peticiones que César Augusto Giraldo, quien abandonó su parcela en el 2002, pide al Gobierno: “necesitamos que nos ayuden para poder retornar. Necesitamos carreteras, arreglar nuestras casas y semillas para volver a cultivar”.
El alcalde de Granada, Fredy Castaño, participó del retorno simbólico y aprovechó para manifestar que los habitantes de Santa Ana “esperan las ayudas. Necesitamos una buena carretera para que saquen los productos.
Necesitamos vivienda digna para los que se fueron y tuvieron que dejarlo todo y ahora sus casas se caen. Necesitamos un acompañamiento de todos por este pueblo que sufrió tanto”.
El acto simbólico contó con la presencia de representantes de la Alcaldía de Medellín, vinculada a varios programas de retorno que se desarrollan desde el 2008 en el Oriente antioqueño. Luz Patricia Correa, directora de la Unidad Municipal de Atención a Víctimas de Medellín expresó que la idea es desde la Alcaldía de Medellín, apoyar el retorno buscan en esta región y que por solicitud del alcalde de Granada “nos vinculamos en el marco de desarrollo de retornos sobre los que la administración va a trabajar”.
Los campesinos que viajaron este domingo hasta Santa Ana, alguno tras muchos años de no hacerlo, solo quieren volver a su terruño. Y hacerlo en paz, olvidando la guerra que los dejó marcados para siempre.
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