La actividad del volcán Galeras cayó a niveles bajos de sismicidad tras la erupción explosiva del sábado por la noche, pero el nivel de máxima alerta se mantiene invariable, dijeron este domingo las autoridades sismológicas.
El director del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Pasto, Diego Gómez, explicó que la cima andina entró en un proceso caracterizado por el registro de muy pocos sismos, todos ellos de bajo nivel energético.
"La situación es muy parecida a la que teníamos antes de la erupción", agregó Gómez, quien aludió a la quietud en la estructura volcánica que antecedió al fenómeno explosivo del sábado por la noche.
Susto
La erupción se registró hacia las 7:10 de la noche y durante la hora siguiente estuvo seguida de una serie de sismos.
La onda expansiva del volcán fue sentida en algunos sectores de Pasto, la capital de Nariño, y en cuyo territorio está el Galeras, que se reactivó en 2004 tras un fenómeno de actividad intensa que en 1993 causó la muerte de nueve científicos que se hallaban cerca del cráter.
La erupción fue seguida de una lluvia de cenizas que cayó especialmente en Pasto, ciudad con unos 400.000 habitantes, y también del esparcimiento del olor a azufre liberado por el volcán, con una altitud de 4.276 metros sobre el nivel del mar.
"La caída de cenizas sigue en una franja de los costados oriental y suroriental del Galeras", indicó el director del Observatorio de Pasto, quien añadió que "también se siente un poco el olor a azufre, que se desprende de partículas que quedaron suspendidas y que se precipitan con las lluvias".