Es un completo estrés. Así le dicen los estudiantes de grado 11 a las pruebas del Icfes, pues son muchos los interesados en que les vaya bien: directivas de los colegios y los padres de familia. A este tema, se suman otras situaciones que tienen que afrontar como son el servicio militar (en el caso de los muchachos), la selección de la carrera y los grados.
Contrario a lo que muchos piensan, el resultado de las pruebas no son el tiquete directo para el ingreso a la universidad. Son un requisito más que ayuda, pero no es concluyente. Por ello es que expertos en educación les sugieren a los estudiantes que se asuman las pruebas con la mayor tranquilidad, pensando en que pueden equivocarse y que esto es un examen más que no define su futuro educativo.
Según Robinson Berrío, director del preicfes Instruímos, los estudiantes "deben aprender a manejar ese tabú de que el Icfes es trascendental para su profesión, pues las universidades lo piden como requisito pero no exigen puntajes.
También deben olvidarse de que esto es cuestión de suerte, de haberse levantado ese día con el pie derecho".
Esto mismo dijeron varios estudiantes de primer semestre de universidad que pasaron por estas pruebas y que también coincidieron con las opiniones de varios directivos de colegios: los exámenes miden la capacidad de aprendizaje de un estudiante durante todo su proceso escolar y no solo lo que aprendió en el último año.
Miriam Montes Tamayo, rectora de Montesori, afirmó sobre la preparación de los estudiantes hoy para las pruebas: "El problema que tenemos es que los muchachos piensan que solo deben prepararse para el Icfes en 10 y 11 y eso no es así. Su preparación se adelanta durante toda su escolaridad fundamentalmente en educación básica y media".
Los tabúes
Que es cuestión de suerte, que me debo levantar con el pie derecho, que sólo debo prepararme la última semana... son varios de los mitos erróneos que existen sobre las pruebas del Icfes.
Lo que sí es cierto es que los estudiantes deben aprovechar al máximo la experiencia del colegio para aprender conceptos que deberán aplicar en los exámenes y por los cuales serán medidas sus capacidades cognitivas.
A la par de los conocimientos, la mecánica para presentar la prueba también es muy importante porque temas como el manejo del cuadernillo, la comprensión y el tipo de preguntas y la administración del tiempo inciden en los resultados.
Para esto último, los diferentes programas de preicfes son un buen "entrenamiento" que prepara para la prueba final. Sin embargo, según el directivo de Instruímos, también existe una idea errada sobre estos programas, pues muchos padres de familia piensan que son "un repaso de lo que aprendió en su proceso educativo o de lo que dejó de aprender".
¿Cuál es entonces la fórmula adecuada para tener éxito en las pruebas? Esta pregunta se la formulamos a seis estudiantes de primer semestre de universidad para que nos contaran cómo se prepararon. Todos coinciden en que la tranquilidad, un buen preicfes, poner mucha atención durante todas las clases del colegio y desarrollar buenos hábitos de lectura son esenciales para sacar buenos puntajes.
También creen que las pruebas son una forma que ellos tienen de evaluarse a sí mismos frente a la forma como desarrollaron su proceso educativo para identificar en qué son buenos y qué competencias deben mejorar.
Frente a la actitud con la cual se debe asumir este "reto académico", la sugerencia de estos primíparos a los estudiantes de grado 11 es: hacer el examen a conciencia y sin nada de estrés para que no se les olvide nada.
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