Éxtasis, delirio, euforia...los adjetivos se agotan a la hora de definir la ceremonia con la que Medellín le dio la bienvenida a los Juegos Suramericanos 2010.
El despliegue de luces, color, acrobacias y bailes, hicieron que los aficionados -que colmaron en su totalidad las tribunas- se sintieran testigos de un espectáculo que, en medio las exageraciones propias del antioqueño, fuera comparado con la inauguración de unos Juegos Olímpicos o de un Mundial de fútbol.
Con toda razón, la gente terminó coreando "se lució medallo, se lució".
Pico y Placa Medellín
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