Si a los mortales no se encargan de la Tierra, habría llanto y rechinar de dientes como dice la Biblia.
Y es que ocuparse de los asuntos espirituales y religiosos de la humanidad no es la única tarea que tiene El Vaticano.
Reunidos por la Academia Pontificia de Ciencias, reconocidos científicos analizaron la amenaza que representa la desaparición de los glaciares.
"Estamos comprometidos para asegurar que todos los habitantes de este planeta reciban su pan diario, aire fresco para respirar y agua limpia para beber sabedores de que si queremos justicia y paz, debemos proteger el hábitat que nos sostiene", reza el prefacio de la declaración, en la que además se hace una exhortación especial:
"Llamamos a todas las personas y naciones a reconocer el serio y potencialmente irreversible impacto del calentamiento global causado por las emisiones antropogénicas de gases de invernadero y otros contaminantes, y por los cambios en los bosques, humedales, praderas y otros usos de la tierra", expresaron.
Los glaciares se están encogiendo en todo el mundo, con las tasas más altas reportadas en las elevaciones menos altas.
En Colombia, el Ideam predice que para la próxima década varios más estarán extinguidos y hacia los años 30 no quedará ninguno en el país. Investigadores como Germán Poveda les dan menos años de vida.
"La pérdida extendida de nieve y hielo en los glaciares montañosos es uno de los cambios más visibles atribuibles al cambio climático. La desintegración de varios glaciares pequeños en los Himalayas es más impactante para mí dado que esa región funciona como la torre de agua de Asia y dado que los gasees de invernadero y los contaminantes aéreos como el hollín y el ozono contribuyen al derretimiento", expresó Veerabhadran Ramanathan, científico del Scripps Institute y miembro de la Academia Pontificia.
Los cambios en los glaciares son rápidos y los impactos serán nocivos, en particular en las altas montañas de Suramérica y Asia, precisó Geor Kaser, del Institute for Meteorology and Geophysics en la Universidad de Innsbruck.
Los graciares "integran distintas variables climáticas del sistema de la Tierra, su pérdida es acelerada y no están en la agenda política", dijo Lonnie Thompson de Ohio State University.
Los glaciares, enfatizó, "nos recuerdan la impresionante belleza de la naturaleza y la urgencia de hacer algo que esté a nuestro alcance para protegerlos."
Los glaciares alpinos, expresaron los científicos en un documento de 17 páginas, han perdido por ejemplo el 50 por ciento de su masa, proceso más acelerado desde los años 80.
El panel de científicos sugirió tres medidas urgentes para enfrentar la amenaza:
Reducir las emisiones mundiales de dióxido de carbono; disminuir en un 50 por ciento las emisiones de otros contaminantes del aire; y prepararse para adaptarse a los cambios climáticos, tanto crónico como abrupto, que la sociedad será incapaz de mitigar.
El destino de los glaciares de montaña en el Antropoceno, título del reporte, un llamado de atención a los humanos sobre la responsabilidad con su casa terrenal.
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