En el hogar de Carol Karima Blanco se juntó todo. Y es como si, de repente, con ella se hubieran ganado la lotería. Pasó el segundo semestre de Enfermería, está próxima a cumplir los 19 y, de sobremesa, como lo dice María Eunice González, con orgullo de madre, "todos estamos felices, porque mi muchacha ganó los tres oros" del Campeonato Panamericano de pesas.
La noche del jueves y madrugada de ayer fue de pura fiesta en la casa de la pesista, en Los Álamos. Madre y padrastro -Wilson de Jesús Zapata-, hermanos, tías, primos. "Éramos como 20 haciendo fuerza frente al computador, pero mi niña no nos falló". Todos brincaban y se abrazaban cada vez que Carol levantaba exitosamente el peso propuesto. Y hasta video le guardan. "Ya se lo tenemos aquí para que vea cómo fue su gran actuación", relata María Eunice, quien pese a haberse opuesto a que su hija se metiera a las pesas, ahora la anima a seguir en la brega con más disciplina y tesón.
"Casi me da un infarto". Y hasta llanto hubo cada vez que la morena chica, quien inició su carrera en Moravia, subía al podio a reclamar las tres medallas de oro a que se hizo acreedora como campeona panamericana de los 53 kilogramos -79 en arranque, 96 en envión y 175 en total-. Fue tal su dominio que la segunda, la dominicana Yafreisy Silvestre, ni siquiera se aproximó a alguno de los oros.
"La niña estaba feliz. Hablé con ella muy temprano y la felicité". En contraprestación le pidió la bendición, como si se tratara de un agradecimiento.
Y aunque Carol vive en la Villa Deportiva, en la casa de su gente aún se conserva intacta su habitación, cuyas paredes están llenas de medallas. "Son más las amarillas. Es que ella ha ganado desde que empezó en este deporte", cuenta orgulloso Wilson, un oficial de obra quien fue la persona que hizo que María Eunice cambiara de idea cuando más se opuso.
Fue en Moravia donde Carol empezó a labrar ese camino, cuando aún era niña (once años) y Mónica Picón, su entrenadora, le vio condiciones y solicitó el permiso para que, mientras adelantaba sus estudios en el colegio Francisco Miranda, se vinculara al programa de iniciación de la Liga de Pesas, que sigue sacando halteros como arroz.
Cuando regrese de Reno, Nevada, a Carol la recibirá su madre, su padre adoptivo, sus hermanos, tías y tíos y primos y gran parte del barrio. Le tendrán de sorpresa una torta refrigerada -de las que a ella tanto le fascinan-, besos, abrazos y felicitaciones, no solo por los tres oros, sino porque le adelantarán su cumpleaños 19 -día 15 de mayo-. Mientras, habrá que pensar en dónde abrirle un espacio para las tres nuevas medallas amarillas.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
