Llega bien hasta la finca en automóvil si el terreno está pavimentado, pero cuando hay que avanzar en vías destapadas Germán Maya siente que el carro desaparece.
Lleva cerca de 12 años continuos viajando al volante por Antioquia, conoce todos los municipios del departamento y ha llegado en carro a Santander, Norte de Santander, Quindío, Risaralda, Cundinamarca, entre otros departamentos. Todos esos viajes los hace en vehículos de doble tracción porque hay sitios a los que no llegaría de otro manera.
Para Maya hay trabajos en los que el automóvil se convierte en medio carro. El suyo es uno de ellos porque labora como coordinador del Aula Móvil de Biotecnología Bovina del Sena, visitando ganaderos en fincas antioqueñas. Para ir a muchas de ellas, dijo, debe poner en marcha la doble tracción para llegar.
Álvaro Rodas, de Tierra, pastos y ganado, en cambio, cree que una camioneta cuatro por cuatro no es tan indispensable en Antioquia. En sus desplazamiento por el Oriente antioqueño ve de manera recurrente automóviles de gama alta, según él, porque las carreteras del departamento en general están en buen estado.
Una cuatro por cuatro, cree Rodas, es necesaria cuando, para llegar a la propiedad, se deben hacer cuatro horas de trochas, hay invierno o se transporta carga. En esas situaciones se ha encontrado Germán Maya, quien asegura que hay terrenos en los que con lluvia se "patina" muy fácil y por eso es indispensable la tracción en las cuatro ruedas.
Aunque para los visitantes ocasionales de fincas, los carros de doble tracción no son necesarios, para Leonardo Pérez, administrador de Tierragro, estos constituyen la tecnificación del agro, pues con estos vehículos se hace mucho más llevadero el trabajo en el campo. Es ahí donde a los agricultores se les puede volver una necesidad.
Entre algunas personas que trabajan en el campo siguen imperando mitos que dicen que es mejor trabajar la tierra a mano, con pala y azadón. Sin embargo, Pérez cree que este tipo de vehículos no le hacen ningún daño a la tierra y antes pueden contribuir a las labores de preparación de tierras.
En Toyota de Colombia, afirman que una cuatro por cuatro sí está en capacidad de hacer las labores de un tractor pequeño, lo que facilita el trabajo de los agricultores.
Según voceros de la marca, en la finca puede halar remolques con tinas de ACPM a los potreros, productos químicos para los cultivos, tinas de leche, labores pequeñas, entre otros. Algunos lo utilizan para halar rastrillos pulidores, para halar detrás de los tractores, esto con el objetivo de desmoronar los trozos de tierra y lograr mejores condiciones para la siembra.
Este tipo de vehículos se pueden convertir en una herramienta muy útil para las labores de la finca. Con el tiempo ayudan ahorrar dinero en mano de obra y son más baratos que un tractor.
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