El intrincado laberinto que enfrenta el general (r) Mauricio Santoyo , es el último capítulo de una persecución que tiene tanto de secreta como de escandalosa: la de las agencias de seguridad de E.U. contra "La Oficina".
En un centro carcelario de Virginia, el oficial (r) espera el juicio, luego de que le abrieran un proceso por conspiración para distribuir cocaína en aquel territorio. El "indictment" 1:12-CR-17 presentado por el fiscal Neil H. MacBride reza que, al parecer, entre 2000 y 2008 Santoyo habría colaborado con las Auc y "La Oficina" para traficar y darles información reservada.
Para estos cargos, que el general (r) negó en el estrado, habría sido clave el testimonio de extraditados como "Macaco" y "El Tuso" Sierra, y el del mayor (r) Byron Ordóñez , "Careguayo".
"El man está negociando con los monos", comenta un miembro de la Dijín, refiriéndose a que "Careguayo" tiene tratos con E.U. En "La Oficina", cuya cúpula ya va por su cuarta generación, Ordóñez es uno de los personajes más enigmáticos. Figura en organigramas de Inteligencia desde 2007, aunque carece de orden de captura.
Un informante relató a la Fiscalía que, siendo capitán asignado a Medellín, en el 2000, "Careguayo" conoció a Diego Bejarano , alias "Berna", y a sus socios de "La Oficina", a quienes les habría ayudado en la guerra contra "La Terraza".
En 2004 se va para Bogotá y, prosigue el informante, trabaja para tres narcos de las Auc: "Mi Sangre", Frank "El Negro" Tello (capturado en 2010) y Miguel Arroyave (asesinado en 2004).
Ese mismo año se retira en el grado de mayor y se pone al servicio de "La Oficina". Después de la extradición de "Berna" y el sometimiento de los cabecillas Carlos Aguilar ("Rogelio") y Mauricio López ("Yiyo"), "Careguayo" queda a órdenes de Félix Isaza , "Beto", capturado en mayo. Ordóñez compró bienes en Medellín, Sabaneta, San Jerónimo, Sucre y Cartagena.
En 2008 se desata una pugna dentro la organización y un grupo de mercenarios, presuntamente enviados por Maximiliano Bonilla ("Valenciano"), interceptan a Ordóñez el 26 de octubre en Laureles. Le dieron cuatro balazos, pero sobrevivió (investigación que cursa en la Fiscalía 20 Especializada).
Según el informante, algunos policías lo protegieron durante su estadía en la clínica Las Vegas y en Las Américas.
Luego de eso escaló en la estructura y habría entrado al radar de la Agencia Antidrogas (DEA), que aplicó con él su principal estrategia para desarticular a sus enemigos: delaciones a cambio de beneficios. En consecuencia, uno de los emproblemados más visibles es Santoyo.
"E.U. está dando un viraje a su táctica, ahora está buscando a los corruptos, porque ahí están las rutas del tráfico", opina un analista del sistema judicial estadounidense.
El infiltrado
Uno de los primeros encuentros entre "La Oficina" y los americanos sucedió en diciembre de 2005 en Medellín. La Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE, siglas en inglés), infiltró a un investigador en una red de narcotráfico, liderada al parecer por Luis Alberto Peña Peña , alias "El Supervisor".
Por las labores del infiltrado Luis Ortiz, "fueron capturadas 36 personas, decomisaron 1.967 kilos de cocaína, 6 embarcaciones y 1,8 millones de dólares", informó la ICE.
"El Supervisor" le echó la culpa a Ortiz y, presuntamente, contrató a "La Oficina" para que cobrara lo perdido. Los mercenarios aprovecharon que su objetivo visitaba a una amiga en Medellín y lo apresaron afuera de un hotel de la ciudad. En carro lo llevaron a una finca de Envigado y lo tuvieron secuestrado dos días, demandando el pago de dos millones de dólares para dejarlo libre.
Con una pistola en la boca, Ortiz confesó que trabajaba de encubierto y les entregó la llave del cuarto de hotel donde se hospedaba y la clave de la caja fuerte, para que lo verificaran.
Según un informe del FBI, citado por el diario Nuevo Herald en 2009, los sicarios se asustaron al abrir la bóveda y encontrar la placa y el arma del agente; tanto así, que lo liberaron de inmediato, pidieron perdón y hasta le preguntaron si quería que mataran a "El Supervisor". En la actualidad, Peña figura en la lista de los más buscados por la ICE.
Un representante de la Embajada de E.U. en Bogotá, consultado por El Colombiano, acota: "La DEA le ha apuntado a 'La Oficina' durante años. El ADN de sus líderes se remonta a los fundadores del cartel de Medellín. Por más de una década, la DEA ha señalado a sus cabecillas como objetivos de alto valor. El aparato de extorsión y asesinato de 'La Oficina' se relaciona con el comercio internacional de drogas".
Operativos
Tres años después de ese episodio, ocurrió una seguidilla de golpes a "La Oficina" ejecutados por americanos. En 2008 es extraditado y condenado a 31 años su máximo líder, "Berna".
En septiembre de 2009, el Departamento del Tesoro incluye en la Lista Clinton al extraditable y exmiembro del cartel de Medellín Francisco Flórez (orden ejecutiva 12978), junto a 14 secuaces, y congela las finanzas de seis empresas en Medellín, Envigado y Guatemala.
"Flórez y sus socios tienen estrechos lazos con 'La Oficina', una violenta organización con base en Medellín, que se articula en un tráfico de drogas y lavado de activos a gran escala", comunicó el Tesoro.
El 2 de junio de 2011, la DEA ejecutó una operación que demostró los alcances de la banda a nivel transcontinental.
Comenzó en 2008 con acciones encubiertas en Roma, Italia, donde decomisaron 225 kilos de cocaína y apresaron a 25 personas. Continuó en marzo de 2009 en Massachusetts, capturando a otro y congelando 60 cuentas bancarias por 151 millones de dólares.
El rastreo a esta red de "La Oficina" siguió en 2010 en Aruba y Curazao, con otras dos capturas. Entre mayo 19 y junio 2 de 2011 arrestaron 15 personas más en Colombia, Venezuela y Massachussets, decomisando 48 cuentas bancarias en Nueva York, Miami y Los Ángeles.
Sin salida
Con el agua al cuello está "Valenciano". El cabecilla del clan habría incumplido un acuerdo de sometimiento con la fiscal neoyorquina Bonnie Klapper , a quien le habría firmado un documento de aceptación de culpa, pero no se presentó. Se refugió en Venezuela, donde cayó en diciembre, y aún espera la condena en Nueva York.
En la Metropolitan Correctional Center de Manhattan pernoctan otros dos herederos de la "Oficina": Carlos Aguilar , alias "Rogelio", y Mauricio López , "Yiyo", quien se sometió a E.U. en 2009, después de "Rogelio". "Pero a 'Yiyo' le iría mejor, porque está colaborando más, habría mencionado a 122 policías y entregó a 'La Firma'", comenta una fuente judicial que conoce el caso.
Luis Castaño , "La Firma", era un extraditable acusado de trabajar con "La Oficina". El CTI lo capturó el 17 de febrero de 2009 en Medellín, supuestamente por la delación de "Yiyo". López, reinsertado de Auc, envió la postulación a la ley de Justicia y Paz, mas "el Gobierno lo rechazó", acota la fuente.
"Rogelio" pactó con los norteamericanos en 2008, al ser convencido por su hermana Cruz Aguilar , una exfiscal que asesora extraditables en suelo de E.U. En Argentina se entregó a la DEA que, como parte de la negociación a cambio de información, lo instaló en un apartamento de Miami.
Todo marchaba sobre ruedas hasta que, según la fuente, hubo un conflicto de intereses entre la DEA y la ICE.
La ICE llegó al apartamento y preguntó a Aguilar: "¿Cuál es su estatus migratorio?", cogiéndolo fuera de base. Lo investigaban por la muerte en Caucasia del narco Francisco Cifuentes (2007), quien era informante de los gringos.
En la audiencia en Medellín del supuesto cabecilla de "La Oficina" Franklin Vargas (02/18/12), la Fiscalía ventiló un e-mail donde un anónimo señala que él y su hermano "Sebas" mataron a Cifuentes al parecer por orden de "Rogelio".
Al igual que a "Yiyo", la ICE también indagaba a Aguilar por el secuestro del infiltrado Ortiz. Una ley federal contra el crimen organizado, conocida por las siglas RICO Act, faculta a organismos judiciales para procesar jefes de bandas, así no hayan cometido materialmente el hecho; y, como "Rogelio" era líder de "La Oficina", lo salpicó la responsabilidad en el plagio.
Lo sacaron de la comodidad del apartamento y lo metieron en la cárcel, y hoy todavía aguarda una sentencia.
Después de lo que les pasó a ambos, indicó un exinvestigador social de la Alcaldía, mandaron el mensaje a sus colegas de Medellín: "Que no se entregaran a los gringos, que eso no es tan 'mamey'".
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