Son verdaderas joyas. El profesor Oswaldo Pinilla, seleccionador colombiano de pesas así lo asegura. Y tiene toda la razón. En ellos están cifradas las más grandes esperanzas de la halterofilia colombiana para el próximo ciclo olímpico y que, por extraña coincidencia todos llevan el mismo apellido: Mosquera (Francisco, Luis Javier y José David).
Comparten las mismas carencias, surgieron de familias con bajos recursos económicos y hoy emergen como los sucesores de los medallistas olímpicos, el último de ellos Óscar Albeiro Figueroa.
Incluso Andrés Mauricio Caicedo y Yeison López, en el apartado de los hombres.
Francisco, el antioqueño oriundo de Apartadó y quien, por marcas y proyección está llamado a ser el remplazo natural de Figueroa en la división de los 62 kilogramos, encabeza la selecta lista.
“No pude intervenir en los Olímpicos de Río, pero ya estoy mentalizado para lo que será mi preparación hacia Tokio-2020”, señala Pacho, quien dos años atrás emigró a Bolívar en busca de mejores expectativas económicas y hoy reside en Cali, donde siempre está concentrado al lado de la Selección Colombia de mayores.
Pasó por el quirófano y se recupera de la cirugía tras la ruptura parcial del tendón patelar de la rodilla izquierda. Usa muletas. “Gracias a Dios todo salió bien. Ahora es asumir el proceso de recuperación -cerca de seis meses- y luego empezar a trabajar para el Mundial del año entrante”, asegura el paisa, segundo del ranquin mundial hasta el mes pasado.
Luis Javier es la otra fina estampa. Peleó podio en Río. Al final fue cuarto (338 kilos en total de los 69 kilogramos), a solo uno de la presea de bronce. Campeón mundial juvenil (2015 y 2014) y júnior (2012). 21 años, marca y ser el quinto del ranquin mundial, le permite figurar como carta importante para el cuatrienio en mundiales y Tokio-20.
Su hermano, José David, le sigue los pasos en forma acelerada. Vallecaucano, 18 años, campeón mundial júnior (2015) y el mejor a nivel panamericano en los recientes tres años. Es segundo del ranquin mundial.
“Tiene un futuro increíble, es fuerte y se entrega en cada competición tal como lo hace en los entrenos”, expresa Pinilla. “Trabajo para ser como mi hermano o mejor”, augura el joven que igual a Luis Javier ha competido en 62 y ahora en 69 kilogramos.
La cuarta joya es Andrés Caicedo, vallecaucano también, y actual poseedor del triple récord mundial de los 77 kilogramos en juvenil (156 en arranque, 190 envión y 346 en total), y octavo del ranquin mundial.
“Hay mucho material y talento, falta que el Gobierno apoye más. Tenemos asegurado un futuro pero sin descuidarlos”, señaló Figueroa el día de su consagración. Estos son sus sucesores