Todo lo que han vivido Mónica Sarai Arango y Estefanía Álvarez desde marzo, cuando lograron la clasificación a Juegos Olímpicos, ha sido mágico.
Quedar en la historia como las primeras nadadoras sincronizadas en alcanzar el cupo a Olímpicos fue solo el primer pasao de una historia que cada día tiene una nueva página de sorpresas y alegrías.
Así de claro lo tienen las dos nadadoras y sus entrenadoras, quienes tuvieron que volverse más exigentes para que las cosas extras que llegaron con la clasificación no alteraran los días de entrenamiento.
Horarios para entrevistas, fotos, videos, comerciales y compromisos oficiales con el COC se mezclaron con las horas de piscina, gimnasio y trabajo psicológico para las deportistas que hoy partirán la historia en dos, al ser las primeras de esta disciplina por Colombia en Río.
“Sabemos que tenemos una responsabilidad enorme y por eso no paramos en la preparación. Nos exigimos más cada día, porque somos conscientes de que este es el primer paso para seguir buscando más sueños en lo que amamos. Queremos dejar el nado sincronizado de Colombia en lo más alto”, argumentaron las nadadoras.
Hoy, a partir de las 9:00 a.m., el dúo saltará a la pileta para realizar la rutina libre, con la ilusión de mejorar la casilla 16 que alcanzaron en el Preolímpico y seguras de seguir haciendo historia