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Los pueblos que ya esperan que les lleguen los tiempos de las vacas gordas

Las autopistas triplicarán los ingresos de las alcaldías y generarán un boom inmobiliario y del turismo.

  • La Plaza Cauca, en Pacífico 2, busca impulsar iniciativas productivas locales. FOTO camilo suárez
    La Plaza Cauca, en Pacífico 2, busca impulsar iniciativas productivas locales. FOTO camilo suárez
  • Víctor y Dálida son dos jóvenes que se formaron técnicamente y crearon un emprendimiento de agricultura y turismo que ahora genera empleo en Jericó. FOTO jaime pérez
    Víctor y Dálida son dos jóvenes que se formaron técnicamente y crearon un emprendimiento de agricultura y turismo que ahora genera empleo en Jericó. FOTO jaime pérez
  • Arelis empezó empleando residuos vegetales arrojados por el mar para crear muebles y artesanías. Ahora, junto con 15 familias investigan para desarrollar nuevos productos. Foto jaime pérez
    Arelis empezó empleando residuos vegetales arrojados por el mar para crear muebles y artesanías. Ahora, junto con 15 familias investigan para desarrollar nuevos productos. Foto jaime pérez
17 de julio de 2022
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Cómo garantizar que una autopista de cuarta generación sea más que un eficiente corredor por el que transitan tractomulas y se logre distribuir progreso a cada rincón de los municipios que atraviesa?

Esa es la pregunta esencial que según Gustavo Bernal, gerente de la Concesión La Pintada, de Pacífico 2, hay que resolver en medio de esta nueva era de infraestructura vial.

Desde hace unos seis años, cuando las máquinas se alistaban para abrirle paso entre montañas a las Autopistas de la Prosperidad, surgieron los primeros análisis juiciosos que avizoraban un prometedor futuro a las subregiones.

La investigadora Bibiana Patiño trazó en 2016 uno de esos escenarios futuros en su investigación llamada “Implicaciones sociales y económicas de las Autopistas para la Prosperidad en el departamento de Antioquia”.

En esa radiografía de oportunidades y desafíos la profesora Patiño concluyó que el Producto Interno Bruto antioqueño pasaría de un 4,5% histórico a más de 6%. También que los municipios triplicarían sus ingresos por impuesto de Industria y Comercio y que se crearían más de 113.000 empleos indirectos en el departamento por la demanda latente que traería la nueva infraestructura vial.

Ahora que progresivamente las vías 4G comienzan a entrar en operación, en las subregiones señalan que las perspectivas de desarrollo podrían ser incluso más favorables de lo que arrojaban los análisis. Sin embargo, la tarea ahora es concretarlas. La buena noticia es que alrededor de proyectos pioneros como Pacífico 2 la promesa de progreso está siendo realidad.

En el Suroeste, donde convergen Pacífico 1 y 2 para unir a Antioquia con el sur del país, se están incubando las grandes transformaciones inmobiliarias, agroindustriales, turísticas y sociales que los expertos anticipaban que traerían consigo las nuevas autopistas, y que sirven como referente de lo que es posible lograr si toman las decisiones correctas alrededor de las nueve 4G.

El cielo es el límite

Gustavo Bernal insiste en que la Concesión no llegó a reinventar el Suroeste, pero sí a intentar conectar a todos los actores posibles que hagan realidad lo impensado. Y el punto de partida para lograrlo, señala el directivo, es conocer a fondo la región y su gente.

Pacífico 2 fue la primera 4G inaugurada en Antioquia en octubre de 2021 y en apenas nueve meses ha marcado la pauta de lo que se puede hacer para traducir la infraestructura vial en bienestar social.

La Concesión La Pintada decidió convertir una simple unidad de servicio – una obligación contractual elemental que no debía costar más de $3.000 millones– en una edificación de $20.000 millones llamada Plaza Cauca, cuyo propósito es impulsar desde allí iniciativas productivas y turísticas para el fortalecimiento del empleo y desarrollo regional. En el Suroeste, mientras el desempleo entre los hombres es del 3%, en las mujeres alcanza el 12%. Por eso decidió centrarse en la generación de empleo a mujeres y jóvenes, identificando hasta 169 emprendimientos y beneficiando a 782 familias, 150 mujeres y 31 jóvenes emprendedores (entre 18 y 28 años).

La unión de esfuerzos en mesas intersectoriales en el Suroeste está creando iniciativas únicas en el país y con impacto internacional.

Por ejemplo, a finales de 2022 estará listo el Centro de Formación e Investigación del Bosque Seco Tropical que producirá 500.000 árboles anuales entre frutales y nativos para contribuir con la recuperación de este ecosistema en riesgo de extinción.

El esfuerzo de la concesión, junto con las fundaciones Grupo Argos, Aurelio Llano, Julio C. Hernández, el Sena y la Provincia Cartama, busca impulsar la investigación para la conservación de recursos naturales. Ya está logrando varios hitos. Por ejemplo, a partir de la recuperación de especies como la Jagua, la industria cosmética mundial está posando sus ojos en el Suroeste, pues de este maderable se extraen los colores verde y azul, con características únicas.

Hace un par de semanas un equipo de la empresa paisa Ecoflora viajó a Londres donde están interesados en financiar la producción sostenible de Chumbimbo, planta cuyo fruto podría revolucionar la industria del aseo y cosmética al reemplazar insumos derivados del petróleo para la elaboración de jabones y cosméticos. En La Ceja está la primera planta para su producción.

Ya hay unicornios interesados en la Jagua y el Chumbimbo y la única exigencia es que el proceso de reforestación y recolección sea 100% realizado por nativos para que los beneficios económicos lleguen a campesinos y a jóvenes nativos. Viene en camino el primer piloto en Colombia de polinización tecnificada para aumentar la productividad de cultivos de aguacate hass y una inversión de 600.000 euros del Instituto Italoamericano para patrocinar emprendimientos agropecuarios como la producción de grasas a partir de la pepa de mango del municipio de Santa Bárbara.

En lo que coinciden alcaldes y representantes del sector privado consultados es que la valorización del Suroeste por su renovada conectividad vial exige capital humano calificado. Por eso señalan que la retención de la población joven en la subregión será una de las realidades que traerán las 4G. Por ejemplo, el boom inmobiliario dinamizará la demanda de personal cualificado en formación técnica.

A un costado de Plaza Cauca, en parte de la Hacienda la Guamo, propiedad de la Fundación Berta Arias, se está cocinando un proyecto inmobiliario comparable con Serena del Mar en Cartagena, el desarrollo habitacional de lujo más ambicioso del país. Al otro costado, en predios también propiedad de la Fundación, están planificando un hospital de primer nivel.

El desarrollo habitacional en el Suroeste, particularmente para primera y segunda vivienda, pondrá a la subregión al nivel de lugares como Chía y suscitará el interés de extranjeros para radicarse allí, según considera el gerente de Concesión La Pintada.

Estiman que por cada unidad de vivienda que se construya se creará la necesidad de tres puestos de trabajo en la gama de servicios, salud, gastronomía y hotelería.

¿Y las otras subregiones?

El auge inmobiliario, facilitado por la nueva conectividad vial, no es exclusivo del Suroeste.

Federico Estrada, gerente de la Lonja de Medellín y Antioquia, resalta el impulso del Occidente cercano y un progresivo despertar del mercado inmobiliario en el Norte, Nordeste y Urabá con la construcción de urbanizaciones y condominios. Antioquia tiene actualmente 525 proyectos habitacionales en construcción o próximos a finalizar, un crecimiento que, según Estrada, va en consonancia con la renovación de infraestructura vial, gracias a Vías del Nus, Mar 1 y 2 y el túnel Guillermo Gaviria Echeverri (Toyo).

En el Norte cercano la venta de vivienda aumentó en 2021 en un 34%. Resalta el caso de Barbosa, el más lejano municipio del Aburrá norte y que por su ubicación estratégica para conectar con el Nordeste, Bajo Cauca y Magdalena Medio se está convirtiendo en un foco de desarrollo inmobiliario; actualmente tiene seis grandes proyectos.

Y el resplandor que hoy gozan el Suroeste y el Occidente cercano le llegará en los próximos años a Urabá, Bajo Cauca, Magdalena Medio y el Occidente lejano, según el análisis de la investigadora Patiño.

Los caminos del turismo

Para Sandra Restrepo, directora ejecutiva de Cotelco Antioquia, es una certeza que las autopistas de cuarta generación acortarán distancias y pondrán a municipios ocultos en el mapa de los viajeros. Sin embargo, advierte que las vías no son fórmulas mágicas para garantizar el éxito del turismo. Según la directiva, los municipios que ya se asumen como próximos destinos turísticos por su locación estratégica en relación a la nueva red vial necesitan construir planes de turismo que garanticen la oferta de servicios disponibles: alimentación, recreación, salud, servicios públicos y hotelería, así como la organización necesaria, como la capacidad de carga de los territorios.

Esto es justamente lo que busca la plataforma pública de turismo Antioquia es Mágica, que de acuerdo con el secretario de Turismo departamental, Juan David Blanco, busca conectar a la Antioquia inexplorada gracias a la nueva infraestructura que se estrena.

La plataforma ya tiene 25 municipios en siete subregiones. La apuesta es clara, apunta el funcionario: aumentar el aporte del turismo al PIB antioqueño que está en el 4% y llevarlo hasta el 10%. Si las subregiones juegan bien todas sus cartas las proyecciones de desarrollo social y económico podrían incluso quedarse cortas. La transformación llegará para asentarse en cada vereda y no se limitará a pasar de largo por carreteras modernas a bordo de tractocamiones.

Víctor Samuel Ramírez y Dálida Morales son dos jovencitos pero hablan con total propiedad sobre la sabiduría ancestral de la tierra y los alimentos. Hace cuatro años dieron vida a Urantia, un proyecto de agricultura regenerativa que sanó un suelo enfermo de agrotóxicos, que durante años produjo lulo y pimentón, y lo convirtieron en un edén de 1.100 metros cuadrados donde cultivan 70 variedades de productos. Víctor y Dálida son campesinos con formación que regresaron a las montañas de Jericó y ahora tienen su propia línea de café orgánico y generan 12 jornales al mes. Además de comercializar sus productos montaron una iniciativa turística y formativa en la que la gente va hasta su finca y paga por recibir capacitación para el montaje de sus propias huertas.

En la Plaza Cauca han aumentado su caudal de compradores. El nuevo corredor vial no solo está facilitando la llegada de más personas a su finca sino que les permite salir a ellos y movilizarse mejor por los mercados provinciales. Entre 2020 y 2021 incrementaron sus ventas en un 53% y ahora la meta que plantean estos jóvenes es llegar a un 83% de crecimiento. Pero tienen un objetivo superior: mostrarles a las personas cómo la soberanía alimentaria está en sus propias manos. “Existen 9.000 variedades de plantas para consumir, solo consumimos regularmente nueve. Queremos lograr cambios en la forma cómo nos alimentamos”, dice Víctor. Al igual que estos jóvenes, Elba Peláez, creadora Café de Antaño, se echó al hombro el emprendimiento de las mujeres de Jericó y apalanca a decenas de mujeres en la organización y venta de productos autóctonos.

Apenas clarea el día, Arelis sale a recoger en la playa la materia prima con la que creó desde cero un proyecto que ya hace eco en Europa. Una capacitación en un momento crítico en su vida, con su esposo enfermo y su hija con un futuro incierto, le mostró el proyecto que hoy lidera. Arelis Sánchez creó Arcapec (Asociación de Carpinteros Artesanos de Urabá) que se encarga de recoger la madera y los residuos vegetales que arroja el mar y con estos insumos construyen muebles y toda la línea de hogar y artesanías de excelente factura.

Empezaron hace dos años, ella recorriendo las playas de San Juan de Urabá y él dándole forma a la madera en un pequeño taller. Hoy emplean a 15 familias. Cuenta Arelis que los proyectos turísticos y de vivienda que se están gestando en el Urabá, particularmente en los últimos cinco años, están llevando su potencial productivo a otro nivel por la alta demanda de sus productos de la línea de hogar y las artesanías. Hace año y medio Arcapec hizo sus primeros envíos a Medellín, pero pronto se toparon con las dificultades de conectividad vial que echaron por la borda varios potenciales clientes en varias zonas de Antioquia y el país, como el Eje Cafetero. Ahora dice Arelis que tienen el camino despejado. Con Medellín próximamente a cuatro horas y media de Urabá cuando las 4G entren en operación, varios negocios están tomando forma para enviar sus productos a Medellín, todo el Urabá y el sur del país. Además, la llegada de extranjeros a la subregión en plan turismo o en plan proyecto de vida, les permite establecer contactos con compradores en Europa motivados por el valor agregado que ofrece Arcapec: madera 100% ecológica que el mar provee para que inicie un nuevo ciclo útil. Arelis está convencida de que el Urabá y el resto de territorios que esperan que el posconflicto por fin sea una realidad tienen una oportunidad excepcional más que otros territorios de crecer con la nueva red que teje el departamento. En efecto, se estima que el Urabá aumente su producción agrícola en un 56%, mientras que el Bajo Cauca tenga un incremento potencial del 143%.

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