En los últimos años, la moda colombiana ha empezado a adquirir un sello distintivo. Sus creadores sacan los estampados tropicales, el color y los boleros temporada tras temporada, ¿cómo trabajar esos códigos sin caer en el cliché? María Elena Villamil sabe que lo principal es preservar su identidad, “es que llevo 35 años construyéndola”, dice.
Su palabra clave es la “arquitectura” y es en lo que trabaja en su taller. Prendas que están bien hechas, pensadas desde la forma, como una base sólida, para ser funcionales y bellas, casi siempre en colores neutros.
Ahora, con un público masivo en mente, que podrá comprar su ropa a un precio asequible y en almacenes seleccionados del Grupo Éxito, quería encontrar algo que le diera un propósito superior. La respuesta estaba en los Parques Nacionales Naturales, que no solo dieron la inspiración con las orquídeas, sino que van a ser sujeto de una donación proveniente de las ventas. “Los colombianos no tenemos ni idea de la riqueza tan maravillosa que tenemos en la naturaleza, son regalos de la vida que como seres humanos no hemos sabido valorar”, dice Villamil.
Los vestidos se paran como largas columnas, los boleros están en lugares no tan obvios y las flores, las orquídeas que estudió la diseñadora, se convirtieron en estampados que poco a poco pasan de lo figurativo a lo abstracto, hasta convertirse en una especie de camuflado para encontrarse con la naturaleza.
Por fortuna, no es solo teoría, las marcas textiles de Grupo Éxito recibieron el sello oro sostenible CO2CERO, por las buenas prácticas de producción y consumo responsable.