Puedes llevar tus toallas de playa y arreglos florales para el cabello, pero olvídate del palo para selfies si planeas asistir a los festivales musicales en Coachella y Lollapalooza.
Los dispositivos, que sujetan los teléfonos celulares para permitirles a las personas tomar fotos de ellos mismos desde más lejos, están prohibidos en los festivales de este verano en Indio, California, y Chicago.
Coachella los definió como “narsisstics” (un juego de palabras que fusiona la palabra “narcisista” y “sticks”) en su lista de objetos prohibidos.
Los palos para selfies (o selfie sticks) se han vuelto una herramienta fotográfica popular y polémica: Hay quienes gustan de fotografiarse en frente de monumentos o paisajes, pero sus detractores los rechazan por odiosos y como una potencial amenaza para personas a su alrededor.
Una vocera de Coachella no pudo comentar sobre la prohibición. Los representantes de Lollapalooza no respondieron a una solicitud de comentario, pero la cuenta del festival en Twitter se expuso que la decisión fue tomada “por seguridad, para acelerar las inspecciones de seguridad en los accesos y reducir el número de obstáculos entre los fanáticos y el escenario”.
Coachella y Lollapalooza son dos de varios eventos masivos y sitios de interés que han mostrado una postura contra estos dispositivos.
En Europa, el Palacio de Versalles a las afueras de París, la Galería Nacional Británica en Londres y el Coliseo Romano han prohibido los palos para selfies, bajo el argumento de que necesitan proteger las exhibiciones y garantizar la seguridad de los visitantes.
En Estados Unidos, el Ultra Music Festival en Miami, uno de los festivales de música electrónica más importantes del mundo, prohibió estos dispositivos durante el evento del pasado fin de semana.
“No se permitirá su ingreso y probablemente nos reiremos de ti”, dijo Ultra en su cuenta de Twitter a inicios de mes, refiriéndose a la restricción sobre los brazos extensibles.
