En su debut contra Japón, el once inicial de Alemania posó con la mano sobre la boca, un claro gesto de protesta contra la FIFA que ha impedido a los capitanes de los equipos llevar un brazalete en apoyo a la comunidad LGTBIQ+.
Tras los rumores de que el portero y capitán de Alemania, Manuel Nauer, llevaría el brazalete arcoíris, los jugadores hicieron este gesto a modo de protesta. Previamente, el segundo asistente del cuerpo colegial acudió a comprobar el brazalete que lucía el portero del Bayern de Múnich.
La FIFA había advertido que sancionaría con tarjeta amarilla a los jugadores que mostraran el brazalete propuesto por la asociación “One Love” en protesta por la situación de los derechos humanos en Qatar, en particular del colectivo LGTBI+. Por temor a esa sanción deportiva, al menos siete selecciones renunciaron a llevar la cinta multicolor.
Una decisión que le ha valido duras críticas a su presidente, Gianni Infantino, incluidas la de Nancy Feaser, ministra del Interior y líder del Partido Socialdemócrata alemán, quien se ubicó en el palco de autoridades del partido, disputado en el estadio Khalifa International, con el brazalete arcoíris.
Por su parte, el presidente de la Federación Danesa de fútbol, Jesper Moller, aseguró que no votará por Infantino en las elecciones al frente de la FIFA en protesta por esa decisión. “Estamos ante una situación extraordinaria. No solo estoy decepcionado, estoy enfadado. Vamos a pedir una clarificación jurídica tras esta serie de presiones”, señaló.
Contrario a lo que piensa su homónimo en la Federación Francesa, Noel Le Graet, que aseguró que se mantendrá en la línea de las políticas actuales de la FIFA. “Somos 32 equipos de continentes, culturas y religiones diferentes, con problemas diferentes. Estimo que está bien que la FIFA haya decidido que todo el mundo lleve el mismo brazalete”, aseguró.